Hoy vamos a preparar uno de los aperitivos más presentes y demandados en las cartas de los restaurantes de comida rápida. Para hacer nuestros deliciosos aritos vamos a utilizar las cebollas más comunes y fáciles de encontrar, las amarillas ya que, además, suelen ser grandes y al cocinarlas quedan dulces que es justo lo que buscamos.
El secreto para conseguir que nuestros aritos queden muy crujientes y no se ablanden es hacer un rebozado triple: primero, pasaremos la cebolla por harina, luego por una mezcla de huevos y leche y luego, por pan rallado. De esta manera, conseguiremos que queden irresistiblemente crujientes, que no se ablanden tras la fritura y que el rebozado se mantenga pegadito.
Por último y una vez rebozados, debemos freírlos por tandas de no muchos aritos para que el aceite se mantenga a la temperatura adecuada ya que si la temperatura del aceite baja, absorberían demasiado aceite y se ablandarían cosa que no queremos que ocurra.
Un truco para poder disfrutar de los aritos siempre que quedamos es hacer en mucha cantidad y congelar una parte antes de la fritura. De esta manera, los podremos freír directamente congelados y disfrutar de unos aros de cebolla como recién hechos en cualquier momento.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 15 minutos
- Tiempo de cocinado: 5 minutos
- Tiempo total: 20 minutos
- Raciones: 8
- Categoría: aperitivo
- Tipo de cocina: americana
- Calorías por ración (kcal): 258
Ingredientes de los aros de cebolla caseros
- 2 cebollas
- 200 g de harina de trigo
- Media cucharadita de levadura química (tipo Royal)
- Sal
- Pimienta negra molida
- 200 ml de leche
- 1 huevo
- 50 g de pan rallado
- Aceite de oliva o girasol para freír
Cómo hacer aros de cebolla
Lo primero que vamos a hacer es pelamos 2 cebollas grandes, las lavamos, las secamos bien y las cortamos en rodajas de 1 cm de grosor. Separamos las rodajas de cebolla en aros y los secamos bien de nuevo.
A continuación, preparamos la masa del rebozado. Para ello, ponemos 150 g de harina de trigo en un bol junto a media cucharadita de levadura química, sal y pimienta negra molida al gusto. Los 50 g de harina restantes los usaremos más adelante.
Añadimos 200 ml de leche, 1 huevo e integramos estos ingredientes.
Batimos bien la masa del rebozado hasta que no queden grumos. Si fuese necesario, podríamos colarla para que la masa quede más fina. Reservamos.
Ahora preparamos dos platos, uno con los 50 g de harina de trigo reservada y otro con 50 g de pan rallado. En primer lugar, rebozamos bien los aritos con la harina. Es importante que estén bien secos en este punto para que la harina se distribuya de forma homogénea.
A continuación, sumergimos los aros en la masa del rebozado que habíamos preparado y los escurrimos ligeramente.
Lo último es pasar los aros por pan rallado.
Preparamos un cazo con abundante aceite de oliva suave o aceite de girasol y lo calentamos a fuego alto sin que llegue a humear.
Freímos los aros de cebolla en tandas de unos pocos para que no baje la temperatura del aceite. Les damos la vuelta cuando estén dorados por un lado y esperamos a que se doren por el otro lado antes de sacarlos del aceite.
Según los vayamos friendo, los dejaremos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Los servimos recién hechos como aperitivo, acompañados de nuestras salsas preferidas.
Resumen fácil de preparación
- Cortamos las cebollas en aros
- Ponemos en un bol la harina reservando una parte, la levadura y salpimentamos
- Añadimos la leche y el huevo
- Mezclamos bien
- Pasamos los aros por harina
- Luego los sumergimos en la mezcla de harina y huevo
- Finalmente los pasamos por el pan rallado
- Calentamos el aceite
- Vamos friendo los aros rebozados por tandas
- La dejamos sobre papel absorbente
- Servimos
