El coco es el fruto que se obtiene de los cocoteros, una especie de palmera tropical muy cultivada a nivel mundial. Del coco podemos obtener interesantes productos como el agua de coco, con un significante valor nutritivo. Además, de su pulpa blanca y aromática obtenemos la leche de coco, el coco deshidratado rallado (copra de coco) y el aceite de coco, mediante un proceso mecánico de extracción. Para obtener todos estos productos debemos empezar por lo primero, abrir el coco. Una tarea que se vuelve complicada si no tenemos el conocimiento de cómo hacerlo.
El primer aspecto a tener en cuenta será la correcta elección del coco. Para reconocer un coco fresco, al cogerlo con la mano tenemos que notarlo pesado. Lo agitaremos cerca del oído para cerciorarnos de que contiene líquido en su interior. Cuanto más líquido tenga, mayor será su frescura, lo que nos garantiza una pulpa fresca y jugosa. Una vez hemos elegido nuestro coco, procederemos a abrirlo.
Hay quienes introducen el coco dentro del horno y lo calientan durante unos 20 minutos a 180 ℃ para abrirlo. Sin embargo, el coco no es amigo de las altas temperaturas de modo que al hacer esto, termina por agrietarse hasta romperse. Otro método más rápido y que personalmente me gusta más, es abrirlo de forma manual mediante el uso de un martillo. A continuación te explico cómo lo hago, paso a paso y sin apenas dificultad.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 10 minutos
- Tiempo total: 10 minutos
- Raciones: 1
- Categoría: fruta
- Tipo de cocina: internacional
- Calorías por ración (kcal): 525
Ingredientes del coco fresco
- 1 coco
Cómo abrir un coco
Lo primero que tenemos que hacer es extraer el agua que hay en el interior del coco. Para ello, nos fijaremos en las 3 hendiduras que se encuentran en la parte superior del coco. Una de ellas siempre tiene la superficie más débil por lo que, una vez localizada, introduciremos un objeto punzante hasta conseguir hacer un agujero.
Por ese agujero será por donde extraeremos el agua de coco que hay en su interior. Este líquido no lo desecharemos, ya que además de poder beberlo, nos servirá para conservar durante más tiempo la pulpa de coco sumergida en ella. Para facilitar su extracción, volteamos el coco y le damos golpes suaves mientras va cayendo el agua en un vaso.
Una vez vacío, posamos el coco en una superficie plana y firme, mejor si es sobre un paño de cocina para evitar lo máximo posible que se mueva. Con la ayuda de un martillo, iremos golpeando la zona central siguiendo la línea de su ecuador, con golpes firmes hasta que veamos que su corteza comienza a agrietarse.
Una vez abierto el coco, procederemos a extraer su pulpa. Puede parecer una tarea complicada pero si volvemos a darle unos golpes firmes con el martillo, la pulpa del coco se desprenderá con más facilidad. A continuación, utilizaremos un objeto punzante para terminar de retirar la pulpa.
Una vez retirados todos los trozos de pulpa, los pelamos para quitarle la cáscara y los introducimos en un recipiente hermético con el agua de coco. De esta manera, el coco se conservará en buen estado dentro del frigorífico durante un máximo de 5 días.
Resumen fácil de preparación
- Introduce un objeto punzante en la hendidura más débil de las 3 que tiene el coco y perfóralo hasta hacer un agujero
- Voltea el coco sobre un vaso y dale golpecitos para extraer el líquido
- Pon el coco sobre un paño y, con un martillo, golpea la zona central recorriendo todo su perímetro hasta que se agriete
- Una vez abierto el coco, golpea la corteza para ayudar a la pulpa a desprenderse más fácilmente. Con un objeto punzante haz palanca para retirar la pulpa
- Conserva la pulpa del coco en un recipiente hermético con el agua de coco y en el frigorífico máximo 5 días
