La crema catalana es un postre tradicional, muy presente en las cartas de postres de muchos restaurantes y muy parecido a crème brûlée. Su textura podría recordar a la de unas natillas aunque lo más característico de este postre es la capa de azúcar caramelizado que lo cubre.
Podríamos decir que hay tantas versiones de la crema catalana como reposteros que la hagan ya que, como suele pasar por la repostería tradicional cada maestrillo tiene su librillo: a veces se aromatiza solo con canela, otras veces además con naranja e incluso con vainilla. De cualquier manera, es un postre tradicional siempre delicioso.
Aunque su presencia pueda dejar intuir otra cosa, la realidad es que es un postre muy fácil de hacer y muy resultón. Es perfecto para cualquier celebración ya que, al ser tan ligero, siempre nos cabe en el conocido como «estómago para postres».
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 15 minutos
- Tiempo de cocinado: 10 minutos
- Tiempo total: 25 minutos (más un tiempo de reposo en nevera)
- Raciones: 6
- Categoría: postres
- Tipo de cocina: catalana
- Calorías por ración (kcal): 165
Ingredientes de la crema catalana
- 600 ml de leche
- La piel de medio limón
- 1 rama de canela
- 4 yemas de huevo
- 80 g de azúcar (50 g para la crema y 30 g para caramelizar)
- 10 g de maicena
Cómo hacer crema catalana
Ponemos 600 ml de leche entera, la piel de medio limón y 1 rama de canela en un cazo. Llevamos a fuego medio hasta que justo comience a hervir. En ese momento, retiramos el cazo del fuego y dejamos que la leche se infusione.
Mientras, ponemos en un bol 4 yemas de huevo, 50 gramos de azúcar y 10 gramos de maicena. Mezclamos con la ayuda de unas varillas hasta que la mezcla se aclare un poco y esté espumosa.
Retiramos de la leche la piel del limón y la rama de canela. Mezclamos la leche con la mezcla de yemas, azúcar y maicena, y volvemos a llevar el conjunto al cazo.
Ponemos el cazo a fuego medio sin dejar de remover para que no se agarre al fondo. Dejamos que la mezcla espese y retiramos del fuego justo cuando comience a hervir.
Repartimos la crema en los recipientes elegidos y la dejamos enfriar un poco a temperatura ambiente hasta que temple y, a continuación, en la nevera. No taparemos los recipientes, ya que en esta ocasión nos interesa que se cree una ligera costra.
Justo antes de servir, repartimos los 30 gramos de azúcar restantes entre todos los cuencos y la caramelizamos con la ayuda de un soplete hasta conseguir la característica costra de caramelo.
Servimos inmediatamente.
Resumen fácil de preparación
- Infusionamos la leche con la canela y la piel de limón
- Mezclamos las yemas con el azúcar y la maicena
- Añadimos la leche infusionada a la mezcla de yemas
- Calentamos la crema a fuego medio para que espese
- Repartimos en cuencos y dejamos enfriar
- Espolvoreamos azúcar en la superficie y la caramelizamos
- Servimos
