La crema de mejillones es un plato ideal para celebraciones. Es elegante, sencilla de preparar y resulta exquisita gracias a todo el sabor que aporta este marisco en una versión cremosa y reconfortante.
Los mejillones, protagonistas de esta receta, además de ser económicos, están disponibles todo el año, aunque los de roca —si tenéis la suerte de vivir cerca de la costa— destacan por su delicado sabor. Los gallegos o de otros orígenes también son excelentes ya que ofrecen matices únicos.
En esta receta, los mejillones se abren al vapor con un toque de vino blanco, lo que aporta una base aromática y elegante al plato. La textura cremosa se consigue con nata para cocinar, aunque se puede conseguir un resultado más espeso añadiendo miga de pan durante el triturado final. El uso de azafrán no solo otorga un color dorado y atractivo a esta crema, sino que también realza su aroma.
Este es un plato tan versátil como sencillo de preparar, ideal para una comida especial o como entrante en una ocasión especial como una celebración navideña. Su equilibrio entre lo sofisticado y lo accesible lo convierte en una apuesta segura para impresionar a nuestros invitados.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 20 minutos
- Tiempo de cocinado: 20 minutos
- Tiempo total: 40 minutos
- Raciones: 4
- Categoría: entrante
- Tipo de cocina: española
- Calorías por ración (kcal): 294
Ingredientes de la crema de mejillones
- 1 kg de mejillones
- 50 ml de vino blanco
- 3 chalotas
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada de salsa de tomate frito
- Unas hebras de azafrán
- 300 ml de nata para cocinar
- Cebollino para decorar
Cómo hacer crema de mejillones
Comenzamos la crema de mejillones limpiando cuidadosamente 1 kg de mejillones. Eliminamos las barbas y los lavamos con agua fría para retirar cualquier impureza.
Una vez listos, los colocamos en una olla junto con 50 ml de vino blanco, tapamos y los cocinamos a fuego fuerte durante 1 o 2 minutos, hasta que se abran.
Retiramos la carne de los mejillones y reservamos algunas piezas para decorar. Reservamos también el líquido de la cocción.
Cortamos en trozos regulares 3 chalotas.
En una olla, calentamos 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra y sofreímos las chalotas picadas durante unos minutos hasta que estén doradas.
Añadimos 1 cucharada de salsa de tomate frito y unas hebras de azafrán, y mezclamos bien para potenciar el color y el aroma.
Incorporamos 300 ml de nata para cocinar, la carne de los mejillones, reservando unos pocos para la decoración, y el líquido de cocción de los mejillones, previamente colado para eliminar impurezas. Cocinamos la mezcla durante 5 minutos a fuego medio para que los sabores se integren y la crema espese ligeramente.
Trituramos hasta obtener una textura fina y homogénea. Si la crema resulta demasiado líquida, podemos ajustar la consistencia añadiendo miga de pan hasta alcanzar el espesor deseado.
Servimos la crema de mejillones bien caliente, decorada con los mejillones reservados, un toque de cebollino picado y un chorro de aceite de oliva virgen extra.
Resumen fácil de preparación
- Limpiamos los mejillones
- Los cocinamos con vino blanco
- Separamos los mejillones de la concha y los reservamos, junto con el líquido de cocción
- Cortamos las chalotas
- Pochamos las chalotas para hacer el sofrito
- Añadimos el tomate y el azafrán para el sofrito y removemos
- Incorporamos la nata, los mejillones (reservando algunos para la presentación), el líquido de cocción reservado y cocinamos 5 minutos
- Trituramos la crema añadiendo miga de pan, opcionalmente, para espesar
- Servimos la crema caliente decorada con los mejillones reservados, cebollino y aceite
