Dentro de las innumerables variedades de croquetas de queso, casi con toda seguridad podemos decir que las que más gustan a amantes de los quesos con sabores fuertes son las croquetas de queso azul. Si te has identificado un poco con ello, estás de suerte porque las que te presentamos hoy aquí te van a hacer disfrutar a cada bocado. Antes de seguir, te vamos a dar dos consejos para que preparar croquetas de queso azul caseras te resulte una tarea nada tediosa. El primero, para que no salgan grumos en la bechamel, una técnica que siempre nos funciona es utilizar leche muy fría y añadirla a la harina caliente. Esta diferencia de temperatura hace que ambos productos se mezclen mucho más fácilmente. El otro, hay que freírlas poco a poco para que no se rompan ni queden aceitosas. No te preocupes que las croquetas tardan mucho en enfriarse por lo que, aunque te entretengas en hacer una fritura con mimo, las vas a poder tomar calientes.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 30 minutos
- Tiempo de cocción: 30 minutos
- Tiempo total: 4 horas
- Raciones: 4
- Categoría: entrante
- Tipo de cocina: española
- Calorías: 210 kcal por cada 100 g
Ingredientes de las croquetas de queso azul para 4 personas
- 100 g de queso azul de tu variedad favorita (Roquefort, Cabrales, Stilton, Gorgonzola...)
- 500 ml de leche entera (fría de la nevera)
- 45 g de harina de trigo
- 20 g de aceite de oliva
- 25 g de mantequilla
- ½ cebolla picada
- 1 huevo campero
- Pan rallado
- Nuez moscada
- Pimienta negra molida
- Sal
- Aceite para freír
Cómo hacer croquetas de queso azul
En una sartén, poner a calentar a fuego medio el aceite con la mantequilla. Cuando ésta última se derrita, añadir la cebolla y sofreír unos 6 o 7 minutos, hasta que esté tierna y translúcida.
Espolvorear la harina, mezclar bien y dejar que se cueza un par de minutos removiendo con frecuencia. De esta manera la harina perderá el sabor a crudo.
Retirar del fuego. Incorporar la leche fría de la nevera e integrar bien con unas varillas o cuchara de madera. El choque térmico de la leche con la harina facilita la mezcla sin grumos. Volver a calentar y cuando empiece a hervir, dejar que cueza a fuego medio-bajo unos 10 minutos. No olvidar remover con bastante frecuencia para que no se queme.
Con la bechamel todavía bien caliente, desmigar por encima el queso azul y mezclar bien. Salpimentar (poca sal ya que el queso es bastante salado) y condimentar al gusto con nuez moscada.
Transferir a una fuente o recipiente resistente al calor y pintar la superficie con aceite o mantequilla para evitar que se forme costra. Dejar enfriar y luego guardar en la nevera un mínimo de 3 horas o de un día para otro para que la masa se endurezca.
Sacar la masa de la nevera, dividirla en 16 rectángulos iguales y formar las croquetas. Este paso se puede hacer con las manos engrasadas con unas gotas de aceite para que no se pegue la masa o bien, boleando la masa con dos cucharas. Le podemos dar forma redonda o alargada, la que más nos guste
Empanar las croquetas. Para ello, primero pasarlas por huevo batido y luego rebozarlas con pan rallado. Para que se rompan lo menos posible durante la fritura, revisar bien las croquetas y procurar que no queden huecos sin empanar.
Poner a calentar el aceite. Lo ideal es que el aceite sea abundante, que cubra bien las croquetas. La temperatura ideal son los 170 ºC. Si se utiliza una freidora, podemos regular la temperatura automáticamente, si lo hacemos en la sartén podemos medirla con un termómetro de cocina. Si no disponemos de termómetro, podemos añadir un poco de pan rallado, si burbujea y se queda en la superficie el aceite ya está a temperatura. Evitar siempre que el aceite humee.
Freír las croquetas en abundante aceite caliente hasta que estén doradas al gusto. La fritura debe realizarse por tandas, sin sobrecargar el aceite de croquetas. Si ponemos a freír muchas a la vez, el aceite se va a enfriar, la fritura va a tardar más tiempo en terminarse y mientras tanto las croquetas se van a volver muy aceitosas. Conforme se van dorando, las dejamos reposar sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Resumen fácil de preparación
- Calentar el aceite con la mantequilla y sofreír la cebolla hasta que esté tierna
- Espolvorear la harina y cocerla un par de minutos
- Incorporar la leche fría de la nevera. Mezclar enérgicamente
- Volver a calentar y, cuando hierva, dejar que cueza 10 minutos a fuego medio bajo removiendo con frecuencia
- Desmigar el queso azul por encima. Salpimentar (poca sal) y condimentar con nuez moscada
- Transferir la bechamel a una fuente. Pintar la superficie con aceite o mantequilla. Reposar 3 horas o de un día para otro
- Dividir la masa en 16 partes. Formar las croquetas
- Empanar las croquetas pasándolas por huevo batido y pan rallado
- Freír las croquetas por tandas en abundante aceite caliente hasta que estén doradas al gusto
- Dejar reposar sobre papel absorbente
