Incluir las espinacas en cualquier receta es una fantástica forma de aumentar el consumo de verduras en nuestra dieta. Su versatilidad, además, hace que las podamos degustar en infinidad de platos, tanto fríos (como una ensalada, por ejemplo), como calientes (como en un potaje). En esta receta, las vamos a cocinar con una jugosa bechamel, para después gratinarlas al horno con una cantidad generosa de queso. ¡Vamos a conquistarte!
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 5 minutos
- Tiempo de cocción: 25 minutos
- Tiempo total: 30 minutos
- Raciones: 4
- Categoría: entrante o plato principal
- Tipo de cocina: vegetariana
- Calorías: 276 kcal por cada 100 g
Ingredientes de las espinacas gratinadas al horno para 4 personas
- 300 g de espinacas frescas
- 2 cucharadas soperas de harina
- 500 ml de leche o bebida vegetal
- 1 diente de ajo
- 2 cebollas tiernas
- Queso rallado al gusto
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta negra
Cómo hacer las espinacas gratinadas al horno
El primer paso para elaborar nuestras espinacas gratinadas al horno será picar el ajo y la cebolla en trozos muy pequeños. Reservamos la cebolla para más tarde.
En una sartén, calentamos un buen chorro de aceite de oliva y cocinamos el ajito picado a fuego medio. Una vez esté ligeramente tostado, agregamos las espinacas. No te asustes por el volumen de las espinacas; aunque pueda parecerte mucha cantidad, en cuanto entren en contacto con el calor, su tamaño reducirá a más de la mitad.
Añadimos sal y cocinamos durante unos 6 o 7 minutos. Una vez cocinadas las espinacas, las retiramos del fuego y las reservamos en un bol o escurridor.
Mientras tanto, vamos a preparar la bechamel que unificará y dará toda la jugosidad a nuestro plato. Para ello, en la misma sartén donde hemos cocinado las espinacas, agregamos las cebollas picadas con un poco más de aceite de oliva, y las pochamos a fuego muy lento.
Una vez que la cebolla está transparente, añadimos las dos cucharadas de harina. Removemos y mantenemos la potencia del fuego a la mitad, con cuidado de que no se tueste la harina.
Poco a poco y sin dejar de remover en ningún momento, vamos añadiendo la leche para formar la bechamel. En nuestro caso, hemos añadido dos vasos de agua (unos 500 ml aproximadamente), pero puedes ir echando a ojo, en función de si te gusta más ligera o más espesa.
Seguimos removiendo bien, hasta que todos los grumos desaparezcan, y añadimos las espinacas que teníamos reservadas. Removemos de nuevo para que se integren bien, y cocinamos durante unos minutos más.
Una vez formada la crema de las espinacas con la bechamel, la pasamos a un recipiente apto para horno y añadimos el queso rallado por encima. En nuestro caso, hemos añadido una mezcla de quesos especiales para fundir o gratinar, pero puedes añadir cualquier tipo de queso, como parmesano o un buen queso curado recién rallado. ¡Si te gusta el queso, no te cortes en añadir toda la cantidad que quieras!
¡Solo nos falta gratinar! Con el horno precalentado a 200 ºC, introducimos las espinacas en la parte de arriba con la función grill o gratinadora durante unos 5 minutos, o hasta que veamos que el queso está fundido y ligeramente tostado. ¡Y listo!
Sin duda, la combinación de las espinacas con el queso y la bechamel, hacen de este plato un éxito asegurado. Puedes tomarlas solas o como guarnición de una carne o un pescado, añadiendo taquitos de jamón y pasas por encima, etc. Eso sí, ¡no dejes que se enfríen y no te olvides del pan!
Resumen fácil de elaboración
- Picar el ajo y las cebollas en trozos pequeños
- Dorar el ajo y cocinar las espinacas. Reservar
- Pochar las cebollas, añadir la harina y remover
- Añadir la leche hasta formar la bechamel
- Agregar las espinacas a la bechamel y remover
- Volcar la crema a un bol apto para horno
- Echar queso rallado por encima
- Hornear a 200 ºC con la función grill hasta gratinar el queso
- Servir y disfrutar al momento acompañando de pan, ¡o al gusto!