El frosting es un tipo de glaseado espeso y muy cremoso que se utiliza para decorar cupcakes, para rellenar pasteles o como cobertura de deliciosas tartas. Entre las variedades de frosting más populares, podemos encontrar el buttercream o crema de mantequilla y el frosting de queso crema, que es el que vamos a preparar con esta receta. Aunque esta es una elaboración muy fácil de hacer, para que salga bien, hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:
- El queso crema a utilizar debe tener un alto porcentaje de grasa y puede ser queso crema tipo Philadelphia, queso mascarpone u otro de este estilo.
- El queso crema debe estar bien frío antes de incorporarlo a la mezcla, por lo que lo reservaremos en la nevera hasta su utilización.
- El azúcar glas tiene que estar bien fino antes de integrarlo en la mezcla. Si veis que está apelmazado, lo podéis tamizar con el colador antes de mezclarlo con la mantequilla.
- Es muy importante que la mantequilla esté a temperatura ambiente en el momento de usarla, no derretida en el microondas ni en un cazo; debe haber estado un par de horas fuera de la nevera para conseguir la textura perfecta.
- Utilizaremos las varillas eléctricas para la elaboración de este frosting, aunque para hacer cantidades mayores, podemos usar un robot de cocina tipo amasadora con el accesorio de las varillas.
- A la hora de utilizarlo, es importante tener en cuenta que el frosting de queso se utiliza siempre a temperatura ambiente.
Con las cantidades indicadas en esta receta, obtendremos suficiente frosting para cubrir 12 cupcakes o una tarta de zanahoria de un tamaño de 20 cm. Para cubrir una tarta de 23 cm de diámetro incluyendo los laterales, habría que duplicar las cantidades.
Entre las posibles variedades del frosting de queso está el frosting de queso con chocolate. Para su elaboración, podemos añadir 1 cucharada de cacao en polvo sin azúcar a la mezcla. También podemos personalizarlo y aromatizarlo con ralladura de limón, naranja o mandarina, especias (canela, cardamomo…), mermeladas o licores (Grand Marnier, ron…). Para hacerlo más festivo, también podemos colorear el frosting añadiendo unas gotas de colorante alimentario en pasta o gel, nunca en polvo.
Lo ideal es hacer el frosting de queso el día que vamos a utilizar. Si no os es posible, se puede guardar en la nevera bien tapado de 1 a 3 días. Incluso podemos congelarlo durante 3 meses. En este caso, para descongelarlo, lo pasaremos a la nevera el día anterior y lo batiremos de nuevo antes de utilizar.
Sonia MasInformación de la receta
- Tiempo de preparación: 10 minutos
- Tiempo total: 10 minutos
- Raciones: 10, 450 g
- Categoría: repostería
- Tipo de cocina: internacional
- Calorías por ración (kcal): 193
Ingredientes del frosting de queso
- 125 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 125 g de azúcar glas
- 200 g de queso crema frío (tipo Philadelphia o mascarpone)
- ½ cucharadita de extracto de vainilla
Cómo hacer frosting de queso
Disponemos en un cuenco 125 g de mantequilla a temperatura ambiente con 125 g de azúcar glas.
Batimos estos ingredientes con las varillas a velocidad muy lenta, para que el azúcar glas se vaya incorporando en la mantequilla. Tras aproximadamente 2 minutos, obtendremos una mezcla homogénea, blanquecina y muy aireada.
Agregamos 200 g de queso crema con ½ cucharadita de extracto de vainilla.
Batimos unos segundos, lo justo para que se integre y seguimos mezclando con la ayuda de una espátula.
Sonia MasUna vez integrada la mezcla, ya tenemos este delicioso frosting de queso crema listo para usar en tartas, pasteles o para cubrir unos cupcakes.
Resumen fácil de preparación
- Disponemos la mantequilla y el azúcar glas en un bol
- Batimos
- Agregamos el queso crema y la vainilla
- Batimos unos segundos
- Una vez integrada la mezcla, ya tenemos el frosting de queso listo para usar