La gastronomía de cualquier lugar está profundamente influenciada por los productos locales. En Canarias, esta influencia es bastante notable si comparamos su cultura culinaria con la existente en la Península sobre todo, cuando se evidencia, en el archipiélago, la presencia de platos con gran arraigo que han perdurado a lo largo del tiempo como el gofio escaldado o escaldón de gofio, una elaboración cuyos orígenes se remontan a los guanches, los pueblos autóctonos de las islas.
¿Qué es el gofio?
El gofio es una harina tostada que se obtiene principalmente de cereales como el maíz o millo, como se le conoce en las islas Canarias, o del trigo, aunque también también podemos encontrar gofio con otros cereales como la cebada o incluso con legumbres. Se trata, sin duda, de uno de los ingredientes más emblemáticos de la cocina canaria que ya lo consumían sus aborígenes como alimento básico.
Una de las características del gofio se encuentra precisamente en el proceso de tostado del cereal previo a la molienda ya que, aparte de color, le otorga un sabor inconfundible. Además, le confiere una mayor capacidad de conservación. Estamos ante un producto muy versátil que puede formar parte de multitud de preparaciones tanto dulces como saladas.
No podemos dejar de mencionar las propiedades nutricionales del gofio ya que, a diferencia de la harina común, el gofio es más rico en fibra, vitaminas, especialmente del grupo B, y minerales. Además, se trata de una fuente de energía estable y prolongada por lo que resulta ideal pare deportistas. Por todo esto, hay quienes incluso defienden que el gofio debería ser clasificado como un superalimento.
Damián SerranoEn cuanto a las posibles recetas con gofio, podríamos decir que la estrella es el gofio escaldado, una preparación bastante sencilla y rápida. Su elaboración básicamente consiste en añadir al gofio un caldo bien caliente, que puede ser de pescado, carne o verduras. El resultado final puede variar en consistencia que puede ser desde más líquida hasta una textura espesa, según la proporción de caldo y gofio y los gustos de quien lo prepara.
Como ocurre con las recetas caseras de gran arraigo, como la que hoy nos ocupa, hay tantas variaciones del gofio escaldado como familias en Canarias y cada una con matices diferentes según la isla en la que nos encontremos. Con nuestra receta, aprenderás a hacer una de las versiones más comunes, rematada con un toque de ajo frito por encima que le queda espectacular.
El gofio escaldado se suele servir con cebolla cruda que le aporta frescura y una textura crujiente al conjunto. Otra opción es servirlo acompañado de queso fresco y mojo de cilantro, otra de sus salsas típicas. ¿Nos ponemos con la receta?
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 5 minutos
- Tiempo de cocinado: 3 minutos
- Tiempo total: 10 minutos
- Raciones: 2
- Categoría: entrante
- Tipo de cocina: canaria
- Calorías por ración (kcal): 343
Ingredientes del gofio escaldado
- 125 g de gofio canario de tueste ligero (de maíz o de trigo)
- 500 ml de caldo de pescado (también vale de carne, pollo o verduras)
- 1 cebolla morada
- 2 o 3 dientes de ajo (opcional)
- 1 cucharada de aceite de oliva (opcional)
- 1 hoja de hierbabuena (hierba huerto) o menta en su defecto
Cómo hacer gofio escaldado
Para comenzar nuestra receta de gofio escaldado, lo primero que haremos será seleccionar un bol que sea lo suficientemente amplio para poder trabajar cómodamente en él. Ponemos en el bol unos 125 g de gofio canario de tueste ligero, ya sea de maíz o de trigo, según la preferencia que tengamos.
Damián SerranoActo seguido, pasamos a calentar el caldo. En este caso, usaremos 500 ml de caldo de pescado, aunque también podemos optar por caldo de carne, pollo o verduras si lo preferimos. Ponemos a calentar el caldo en una cacerola y lo llevamos a ebullición. El caldo debe estar lo más caliente posible para escaldar el gofio correctamente.
En cuanto el caldo rompa a hervir, lo retiramos del fuego y de inmediato lo comenzamos a incorporar poco a poco sobre el gofio, al mismo tiempo que removemos enérgicamente con unas varillas para evitar que se formen grumos. Aquí cabe destacar que es importante no añadir todo el caldo de golpe, sino ir mezclándolo poco a poco para que sea más fácil obtener una textura uniforme.
Damián SerranoA medida que vamos integrando el caldo, podemos ajustar la consistencia del gofio escaldado según nuestro gusto. Si lo preferimos más espeso, podemos añadir menos caldo; si lo queremos más líquido, simplemente añadimos más caldo mientras seguimos removiendo.
Damián SerranoMientras dejamos que el gofio escaldado repose un poco, nos ocupamos de su guarnición. Vamos a necesitar 1 cebolla morada que cortaremos en pétalos, es decir en tiras gruesas. El grosor tiene que ser suficiente para que nos permita consumir el gofio escaldado directamente usando los pétalos de cebolla a modo de cuchara.
Ahora, si nos apetece, podemos tomar 2 o 3 dientes de ajo, pelarlos y cortarlos en láminas. Luego, en una sartén pequeña o cazo, añadimos 1 cucharada de aceite de oliva y doramos los ajos laminados a fuego medio, prestando atención para que estén bien dorados pero no quemados.
Damián SerranoFinalmente, servimos el gofio escaldado en un bol. Colocamos el refrito de ajos por encima del gofio con su aceite y decoramos con una hoja de hierbabuena o menta. También se suelen poner unos pétalos de cebolla alrededor. El resto de la cebolla, la servimos para acompañar en un cuenco aparte.
Damián SerranoResumen fácil de preparación
- Poner el gofio en un bol grande
- Calentar el caldo hasta que rompa a hervir
- Incorporar poco a poco el caldo sobre el gofio mientras se remueve enérgicamente
- Ajustar la consistencia hasta que espese al gusto
- Cortar la cebolla morada en pétalos
- Dorar los ajos laminados en el aceite de oliva
- Servir el gofio escaldado con el refrito de ajos por encima, decorado hierbabuena y la cebolla