Estos palitos de pan de origen italiano, también conocidos como grissini, alargados, finos y con textura crujiente, suelen servirse en algunos restaurantes antes de las comidas. Una forma inteligente de hacer que la espera de los platos no se haga demasiado larga.
La masa para su elaboración es una masa de pan enriquecida con un poco de aceite de oliva elaborada con harina de trigo común.
Para que queden crujientes, les hemos puesto un poco de sémola de trigo y les hemos dado un poco de sabor añadiendo semillas de sésamo. Vosotros podéis añadir otras semillas que os gusten, como por ejemplo semillas de amapola o de girasol. También se les puede añadir algún queso curado para conseguir un grisín italiano aún más adictivo.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 15 minutos
- Tiempo de cocinado: 15 minutos
- Tiempo total: 30 minutos (más 1 hora y 30 minutos de reposo)
- Raciones: 10, 60 grisines
- Categoría: aperitivo
- Tipo de cocina: italiana
- Calorías por ración (kcal): 147
Ingredientes de los grisines
- 7 g de levadura fresca de panadero
- 160 ml de agua
- 300 g de harina de trigo de todo uso
- 7 g de sal
- 40 ml de aceite de oliva
- 30 g de sémola de trigo
- 30 g de semillas de sésamo
Cómo hacer grisines
Antes de hacer la masa disolvemos 7 g de levadura fresca de panadero en 2 cucharadas de agua templada. La cantidad total de agua que lleva esta masa es 160 ml así que separaremos de este total, la cantidad necesaria para disolver la levadura.
Ponemos en un bol 300 g de harina harina de trigo, 7 g de sal y 40 ml de aceite de oliva, y vertemos el resto del agua.
Vertemos ahora la levadura disuelta en agua e integramos.
Trabajamos la mezcla durante unos 10 minutos hasta obtener una masa homogénea y lisa. A continuación, engrasamos un bol con aceite para dejar levar la masa. Tapamos el bol con la masa con un trapo de algodón y lo dejamos en un lugar cálido durante 1 hora y 30 minutos.
Transcurrido el tiempo de reposo, estiramos la masa sobre una superficie enharinada con un grosor de medio centímetro aproximadamente. Repartimos por la superficie de la masa 30 g de sémola de trigo, esto hará que los grisines queden más crujientes y 30 g de semillas de sésamo. Para que no se caigan ni las semillas de sésamo ni la sémola, pasamos el rodillo antes de cortar las porciones.
Cortamos la masa en tiras finas de aproximadamente medio centímetro de ancho. Nos saldrán unas 30 tiras de masa.
Hacemos un corte por la mitad a lo largo de las tiras de masa, para que no queden tan largas. Así obtendremos unos 60 grisines. Retorcemos cada una de las porciones de masa para lograr su característica forma retorcida.
Llevamos las porciones de masa a una bandeja de horno preparada con papel sulfurizado y horneamos los grisines durante unos 10 o 12 minutos a 200 ºC con calor arriba y abajo. Tened en cuenta que la masa puede crecer ligeramente en el horno por lo que es conveniente que las porciones de masa no estén muy juntas en la bandeja.
Una vez horneados, servimos los grisines para el aperitivo. Para mantenerlos crujientes, recomendamos guardarlos en un recipiente hermético.
Resumen fácil de preparación
- Disolvemos la levadura fresca en un par de cucharadas de agua tibia
- Ponemos en un bol la harina de trigo, la sal, el aceite y el resto del agua
- Vertemos la levadura en el bol
- Trabajamos la masa y la dejamos reposar
- Estiramos la masa y le añadimos la sémola y las semillas de sésamo
- Cortamos la masa en tiras finas
- Retorcemos las porciones de masa
- Horneamos las porciones de masa de 10 a 12 minutos a 200 ºC
- Servimos los grisines como aperitivo
