El helado de leche casero con ese sabor de toda la vida es un postre delicioso y de lo más resultón que se hace con leche como protagonista y tres ingredientes más. Para su elaboración, partiremos con la preparación de una crema inglesa, una especie de natillas ligeras, a las que añadiremos nata para darle una cremosidad extra.
Este helado sencillo y sabroso resulta perfecto para cualquier ocasión; para tomarlo solo, acompañado o también para acompañar a otros postres. Es uno de esos helados clásicos y sencillos que nunca pasa de moda. Además, podemos utilizarlo de punto de partida o receta base para conseguir otros deliciosos sabores, por ejemplo, añadiendo galletas picadas, trozos de frutas, chips de chocolate, vainilla en pasta…
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 30 minutos
- Tiempo de cocinado: 5 minutos
- Tiempo total: 35 minutos (más tiempo de enfriado)
- Raciones: 10
- Categoría: postres
- Tipo de cocina: internacional
- Calorías por ración (kcal): 186
Ingredientes del helado de leche
- 500 ml de leche entera
- 4 yemas de huevo M
- 150 g de azúcar blanco
- 250 ml de nata para montar (mínimo 35% de materia grasa)
Cómo hacer helado de leche
Ponemos en un cazo 500 ml de leche entera, 4 yemas de huevo M y 150 gramos de azúcar blanco. Mezclamos muy bien y llevamos esta mezcla a fuego bajo.
Sin dejar de remover, dejamos que la mezcla espese ligeramente. Sabremos que está lista cuando, al poner la mezcla en el dorso de una cuchara, si hacemos un surco con el dedo, no se junta la mezcla. Retiramos del fuego.
Añadimos 250 ml de nata para montar y mezclamos.
Pasamos la mezcla a otro recipiente y la cubrimos con film transparente. Dejamos enfriar primero a temperatura ambiente y a continuación, la llevamos a la nevera al menos 8 horas o hasta que esté completamente fría.
Mantecamos el helado siguiendo las instrucciones de nuestra heladera. Si no tenemos heladera, ponemos la mezcla ya fría en un recipiente con tapa, la llevamos al congelador y cada 30 minutos, durante las primeras 4 horas de congelación, la batimos enérgicamente con unas varillas o con un tenedor para que se congele manteniendo una textura cremosa.
Pasamos el helado a un recipiente con tapa y reservamos en el congelador durante 24 horas.
Para degustar el helado con una textura adecuada, lo sacaremos del congelador 10 minutos antes de servir.
Resumen fácil de preparación
- Calentamos la leche con las yemas y el azúcar
- Espesamos la mezcla
- Añadimos la nata y mezclamos bien
- Dejamos enfriar y pasamos la mezcla a la nevera
- Mantecamos el helado con o son heladera
- Reservamos en el congelador
- Servimos
