La pizza es, sin duda, uno de los alimentos más consumidos y apreciados en todo el mundo. Sin embargo, su masa está elaborada principalmente con harina de trigo, por lo que no todo el mundo puede disfrutarla como se merece, sobre todo cuando su dieta cuenta con restricciones al gluten.
Dicha proteína es el elemento que da elasticidad a las masas y les permite atrapar el gas liberado por la levadura durante el reposo. Cuando usamos harinas sin gluten esto no pasa. No obstante, recientemente se han introducido elementos que sustituyen al gluten como la goma xantana (de origen vegetal) y el psyllium (o cáscara de psilio) capaces de ofrecer dicha elasticidad.
A la hora de preparar masas sin gluten, se puede optar por preparados de harinas panificables sin gluten que normalmente ya contienen alguno de los dos ingredientes mencionados. Aunque, como estos ingredientes son fáciles de encontrar en grandes superficies, tiendas especializadas y plataformas en línea, podemos preparar nuestra propia mezcla en casa. Una opción más económica y con la ventaja, además, de poder experimentar con distintas combinaciones.
Una vez tengamos nuestra harina sin gluten panificable, el resto de la preparación simplemente será trabajar de una manera similar a una masa hecha con harina de trigo. Primero mezclamos los ingredientes secos con agua para hacer la masa, la dejamos reposar, luego le ponemos los ingredientes de cobertura que queramos y la horneamos.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 15 minutos
- Tiempo de cocinado: 15 minutos
- Tiempo total: 30 minutos (más 2 horas de reposo)
- Raciones: 2
- Categoría: masas
- Tipo de cocina: italiana
- Calorías por ración (kcal): 423 (solo la masa)
Ingredientes de la masa de pizza sin gluten para 2 personas
- 100 g de harina de arroz
- 65 g de almidón de maíz (maicena)
- 35 g de harina de maíz o de trigo sarraceno, de garbanzo, de avena, de quinoa, de mijo…
- 2 g de levadura de panadero seca (o 6 de la levadura fresca)
- 6 g de goma xantana
- 5 g de azúcar
- 200 ml de agua
- 3 g de sal
- 15 g de aceite de oliva (y un poco más para engrasar)
Para la cobertura (opcional):
- Salsa de tomate
- Especias al gusto
- Queso
- Pimientos
- Aceitunas
- Champiñones
- Cebolla
Cómo hacer masa de pizza sin gluten
Comenzamos preparando nuestra mezcla de harinas. Para ello, tomamos unos 100 g de harina de arroz, que será la base de la masa. A ella le añadimos también 65 g de almidón de maíz (maicena) u otro tipo de fécula como patata o tapioca. Luego, terminamos con otros 35 g de nuestra harina elegida (puede ser de maíz, trigo sarraceno, garbanzo, avena, quinoa, mijo, etc.). La mezcla se termina con 2 g de levadura seca de panadero (o 6 g de la fresca), 6 g de goma xantana y, por último, 5 g de azúcar que ayudarán a la levadura a hacer su trabajo.
Tras tener todo listo, con una cuchara de madera o unas varillas, mezclamos bien todos los ingredientes secos hasta que estén perfectamente integrados. Esta homogeneización es fundamental para que la textura de nuestra masa sea la adecuada.
Una vez que los ingredientes secos estén bien mezclados, es el momento de añadir unos 200 ml de agua. Lo hacemos poco a poco, vertiéndola en el bol mientras vamos integrando. Si vemos que la masa está seca, añadimos más agua de poco en poco. Después, amasamos durante unos 5 minutos para que todo se integre completamente y la textura sea uniforme y sin grumos.
Con nuestra masa ya bien trabajada, incorporamos 3 g de sal y 15 g de aceite de oliva. Seguimos amasando hasta que la masa haya absorbido el aceite y adquiera una consistencia lisa y brillante.
Ahora, es el momento de dar forma a nuestra pizza. Para ello, engrasamos una bandeja forrada con papel de hornear o un molde para pizzas, estiramos la masa con cuidado con las manos untadas ligeramente en aceite, dándole la forma y el grosor que más nos guste. Si quieres una base más gruesa, deja un poco más de masa en los bordes.
Una vez estirada, pintamos la superficie de la masa con un poco de aceite de oliva para evitar que se reseque. Luego, la cubrimos con un paño de cocina limpio y ligeramente humedecido y dejamos reposar durante un par de horas. Este tiempo permitirá que la levadura actúe y nuestra masa suba ligeramente. Ojo, no va a subir tanto como las masas con gluten.
Después de este reposo, precalentamos el horno a 250 ºC. Mientras se calienta, extendemos una capa uniforme de salsa de tomate sobre nuestra masa dejando un pequeño borde sin cubrir alrededor. Colocamos nuestra pizza en el horno y la dejamos hornear durante unos 6 o 7 minutos.
Sacamos la pizza del horno y espolvoreamos nuestras especias favoritas, seguido de una generosa capa de queso.
Terminamos añadiendo el resto de ingredientes que nos apetezcan. En nuestro caso hemos optado por una pizza vegetal con pimientos, aceitunas, champiñones y cebolla. ¡Pero tú ponle lo que más te guste!
Con nuestra pizza ya lista, la volvemos a introducir en el horno y la dejamos otros 6 o 7 minutos o hasta que la veamos dorada al gusto. ¡Y listo!
Resumen fácil de preparación
- En un bol, reunir todos los ingredientes secos de la masa, salvo la sal y el aceite
- Mezclar los ingredientes en seco
- Incorporar poco a poco el agua y amasar unos 5 minutos
- Terminar incorporando la sal y el aceite y amasar hasta que quede uniforme
- Estirar la masa con cuidado dándole la forma de pizza deseada
- Pintar con un poco de aceite y dejar reposar un par de horas tapada con un paño húmedo
- Untar la base con salsa de tomate y hornear 6 o 7 minutos en horno precalentado a 250 ºC
- Espolvorear las especias deseadas y repartir el queso
- Añadir el resto de ingredientes
- Terminar horneando otros 6 o 7 minutos o hasta que esté dorada al gusto
