Los meses fríos de invierno suelen considerarse temporada baja en la huerta, ya que la variedad de verduras disponibles disminuye notablemente. Sin embargo, el invierno es la mejor temporada para una de las frutas que más gusta; la naranja. Ahora que están en su mejor momento, con ellas te vamos a enseñar a preparar una buena mermelada.
Una de las ventajas de preparar nuestras mermeladas caseras es poder controlar la cantidad de azúcar que incorporamos. Aquí encontrarás las cantidades que nos permiten guardar la mermelada mucho tiempo, pero si planeas consumirla pronto y si quieres un sabor menos dulce, la receta sale perfectamente con un 30 % del peso de la fruta, en lugar del 50 % como se hace en la versión tradicional. Eso sí, siempre lo mejor es guardarla en la nevera.
También tenemos que mencionar las nuevas posibilidades que nos ofrece utilizar especias para darle un toque diferente a la mermelada. Aunque en esta ocasión únicamente te vamos a contar la elaboración tradicional, sin nada adicional, no dudes en sacar tu vena cocinillas con nuevas combinaciones de sabores como la canela, vainilla o, incluso, un ligero toque de cardamomo o romero por si quieres experimentar con combinaciones más atrevidas.
Por último, en la receta te contamos cómo obtener una mermelada de naranja dulce con piel, indicando qué tienes que hacer para suavizar el sabor de las pieles de naranja. No obstante, no será necesario realizarlo si buscas ese toque amargo que tan rico queda con esta fruta. ¡Tú eres quien decide la preparación final!
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 15 minutos
- Tiempo de cocinado: 40 minutos
- Tiempo total: 55 minutos (más 2 horas de reposo)
- Raciones: 25, 500 g
- Categoría: postres
- Tipo de cocina: internacional
- Calorías por ración (kcal): 47
Ingredientes de la mermelada de naranja
- 4 naranjas grandes (500 g aproximadamente una vez peladas)
- 250 g de azúcar (a ajustar según el peso de las naranjas)
- 1 limón
Cómo hacer mermelada de naranja
Para empezar, vamos a tomar unas 4 naranjas grandes y las vamos a lavar muy bien por fuera. Acto seguido, les quitamos la piel con un cuchillo o pelador de verduras, procurando sacar lo menos posible de la parte blanca para que no amargue. Una vez hecho esto, cortamos toda la piel en tiras finas.
Si queremos suavizar el sabor final de la mermelada, pondremos un poco de agua a calentar y cuando hierva, añadiremos las pieles y dejaremos que cuezan unos 5 minutos. Hecho esto, las escurrimos y descartamos el agua de cocción.
Por otro lado, vamos a pelar las naranjas a cuchillo, procurando quitar la piel externa, que suele ser la más dura. Después, las troceamos teniendo cuidado de quitar la parte dura que suelen tener en el centro.
Una vez tenemos las naranjas listas, las vamos a pesar junto con las pieles para poder calcular la cantidad de azúcar necesaria.
Tras pesarlas, les añadimos la mitad de su peso en azúcar. En nuestro caso, las naranjas pesaban finalmente 530 g, por lo que hemos añadido 265 g de azúcar en total.
Ahora mezclamos con el zumo de 1 limón cuya función es ayudar a que el azúcar no cristalice, además de darle un toque antioxidante para que la preparación final no pierda color. Dejamos que repose un par de horas mínimo o de un día para otro para que el azúcar haga que la naranja suelte bien sus jugos.
En cuanto haya reposado, ponemos la olla a calentar a fuego medio, que coja temperatura poco a poco y no se queme. En cuanto rompa a hervir, si se forma espuma en la superficie, la vamos retirando con una espumadera. Este paso hace que la mermelada quede con mejor aspecto y permite además aumentar el tiempo de conservación pues en la espuma se concentran las impurezas.
Dejamos que la mermelada se cocine durante unos 40 minutos desde que empiece a hervir, removiendo de vez en cuando con una cuchara de madera. Mientras se cuece, meteremos un plato en el congelador que nos servirá para más adelante comprobar el punto de la mermelada.
Pasado el tiempo de cocción, comprobamos que la mermelada está lista bien midiendo su temperatura (105 ºC) o con la prueba del plato. Para ello, sacamos el plato del congelador, ponemos un poco de mermelada y dejamos que se enfríe. Si luego podemos hacer un surco sin que se cierre, ya tenemos la mermelada en su punto. Si esto no ocurre, limpiamos el plato y lo ponemos a enfriar de nuevo. Tras 5 minutos más de cocción, repetimos la prueba.
Para terminar, la podemos dejar tal cual o darle un golpe de batidora para que quede algo más lisa, sin necesidad de triturar por completo para que mantenga algo de textura. Finalmente, pasamos la mermelada a unos botes y dejamos que se enfríe antes de consumir.
Resumen fácil de preparación
- Sacar la piel de las naranjas sin la parte blanca y cortarla en tiras finas
- Hervir las pieles 5 minutos, escurrir y reservar
- Pelar las naranjas a cuchillo y trocearlas retirando las partes duras
- Pesar la naranja troceada con las pieles
- Añadir la mitad del peso de azúcar
- Incorporar el zumo de limón, mezclar bien y dejar reposar 2 horas
- Poner a cocer la mermelada a fuego medio y retirarle la espuma
- Pasados 40 minutos la mermelada ya estará lista
- Realizar la prueba del plato para comprobar la consistencia
- Triturar un poco si se desea, transferir a unos botes y dejar enfriar
