La mousse es un dulce de origen francés cremoso y con una consistencia muy esponjosa, de ahí su nombre. La que vamos a preparar hoy es una mousse de limón elaborada con solo tres ingredientes: limón, leche condensada y nata. Es muy refrescante y sabrosa, y resulta muy fácil de hacer ya que para su elaboración, solo tendremos que mezclar los ingredientes con unas varillas.
Este postre se puede preparar con huevo o sin huevo, aunque nosotros nos decantamos por no usar este ingrediente porque resulta mucho más sencilla y segura su elaboración sin huevo. Para que esta espuma quede con la textura adecuada, es importante tener la leche condensada y la nata frías de la nevera, lo ideal es introducirlas en la nevera el día anterior.
Esta mousse estará lista en muy poco tiempo si tenéis la ralladura y el zumo de limón ya congelados. Este es un truco estupendo para tener siempre a punto estos ingredientes y así poder preparar este y otros ricos postres rápidamente.
Podemos ir un paso más allá al preparar esta mousse si en el fondo de los cuencos añadimos unas galletas troceadas. Elegid unas que no sean muy dulces ya que la mousse tiene azúcar suficiente. También los podemos servir en vasitos en lugar de cuencos para una presentación muy vistosa e ideal para cuando tenemos muchos invitados.
En esta ocasión, hemos decorado la mousse con ralladura de limón y unas hojas de menta fresca. Este es un dulce estupendo para servir como postre refrescante tras una comida copiosa o para una merienda muy golosa.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 10 minutos
- Tiempo total: 10 minutos (más el tiempo de reposo)
- Raciones: 4
- Categoría: postres
- Tipo de cocina: internacional
- Calorías por ración (kcal): 334
Ingredientes de la mousse de limón con leche condensada
- 200 ml de nata para montar (con un 35 % de materia grasa)
- 200 g de leche condensada
- 1 cucharada de ralladura de limón
- 2 cucharadas de zumo de limón
Cómo hacer mousse de limón con leche condensada
Montamos en un cuenco frío 200 ml de nata para montar. Para ello, batimos enérgicamente la nata con unas varillas hasta conseguir que haga picos. Reservamos.
En otro cuenco, batimos también con unas varillas 200 g de leche condensada junto a 1 cucharada de ralladura de limón y 2 cucharadas de limón durante 2 minutos.
Agregamos a esta mezcla de leche condensada la nata montada, poco a poco y con la ayuda de una espátula, hasta obtener una mezcla homogénea.
Repartimos la mousse en cuencos o vasitos, los tapamos con film transparente y los reservamos en la nevera preferiblemente durante una noche.
Al día siguiente, la mousse ya tendrá la consistencia perfecta para servir. La decoramos al gusto, en nuestro caso con ralladura de limón y unas hojas de menta, y disfrutamos de este delicioso y refrescante postre.
Resumen fácil de preparación
- Montamos la nata
- Batimos la leche condensada con el limón
- Juntamos ambas mezclas cuidadosamente
- Dejamos reposar en la nevera
- Decoramos y servimos
