Para preparar esta mousse de leche condensada tenemos que tener tanto la leche condensada como la nata frías de la nevera. Lo ideal es que hayan estado unas horas para que el postre salga perfecto.
En esta versión de la mousse sin huevo, no utilizamos ni claras ni gelatina para preparar este postre, ya que conseguiremos la consistencia adecuada montando la nata e incorporando la leche condensada batida poco a poco, con la ayuda de una espátula, haciendo que no perdamos el aire del batido.
Debido a que la leche condensada es muy dulce, podemos acompañar esta mousse con fruta fresca troceada, para darle el balance adecuado en el sabor y la textura, aunque sin la fruta también está muy rica, la nata ayuda a que no quede empalagoso.
En este caso, para darle un toque especial hemos aromatizado la mousse con canela molida, pero el cardamomo molido, el cacao en polvo o el extracto de vainilla (que en este caso añadiríamos al batir la nata) son una buena alternativa para personalizar este postre al gusto.
Si queréis utilizar mousse de leche condensada para rellenar una tarta, os aconsejamos que entonces sí utilicéis gelatina para que la capa aguante el relleno del bizcocho. Para ello, podéis utilizar gelatina en láminas y añadirla en la proporción y del modo indicado en el paquete.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 10 minutos
- Tiempo total: 10 minutos (más tiempo de reposo)
- Raciones: 8
- Categoría: postres
- Tipo de cocina: francesa
- Calorías por ración (kcal): 162
Ingredientes de la mousse de leche condensada
- 200 ml de nata para montar fría (con un 35% de materia grasa)
- 200 g de leche condensada fría
- Canela molida (opcional)
Cómo hacer mousse de leche condensada
Para preparar la nata montada, añadimos 200 ml de nata para montar fría en un cuenco frío y la batimos enérgicamente con las varillas hasta conseguir que la nata haga picos.
En otro cuenco, batimos con las varillas 200 g de leche condensada fría durante 2 minutos.
Agregamos, poco a poco y con la ayuda de una espátula, la nata montada a la leche condensada, hasta obtener una mezcla homogénea.
Repartimos la mousse en vasitos, tapamos con film transparente y reservamos en la nevera una noche.
Antes de servir, espolvoreamos con canela molida.
Resumen fácil de preparación
- Montamos la nata
- Batimos la leche condensada
- Integramos ambas mezclas
- Dejamos reposar en la nevera
- Espolvoreamos con canela
