Los nuégados son pequeñas bolitas de masa frita que se bañan en un almíbar de miel, creando una mezcla perfecta dulce y crujiente que se presenta con forma de rosca, la conocida como rosca de nuégados.
Para hacer estos nuégados manchegos, hemos respetado el uso de ingredientes sencillos como en la receta tradicional cuyo origen se remonta siglos atrás, usando para su elaboración harina, huevos, aceite y miel, los cuales reflejan la influencia de la cocina árabe de este postre, que se caracteriza por las frituras y el uso de la miel.
La receta de los nuégados manchegos varía ligeramente según la población o la familia que los prepare como suele pasar con este tipo de recetas tradicionales. Su preparación requiere tiempo en la fritura, aunque la sencillez de la receta y el hecho de que queden perfectos durante varios días, los convierten en un postre muy valorado para compartir en familia en las celebraciones.
La rosca de nuégados es un postre dulce, aunque no es empalagoso en exceso. La miel, al solidificarse, crea una capa fina y pegajosa que envuelve las bolitas crujientes, creando un bocado exquisito.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 30 minutos
- Tiempo de cocinado: 10 minutos
- Tiempo total: 40 minutos (más los tiempos de reposo y enfriado)
- Raciones: 8
- Categoría: repostería
- Tipo de cocina: manchega
- Calorías por ración (kcal): 254
Ingredientes de los nuégados manchegos
- 250 g de harina de trigo
- 20 g de aceite de oliva
- Ralladura de medio limón
- 2 huevos M
- 15 g de azúcar blanco
- 1 pizca de sal
- Aceite para freír
- 170 g de miel
Cómo hacer nuégados manchegos
Ponemos en un bol 250 gramos de harina de trigo, 20 gramos de aceite de oliva, ralladura de medio limón, 2 huevos M, 15 gramos de azúcar blanco y 1 pizca de sal. Amasamos a mano o a máquina durante 5-10 minutos hasta conseguir una masa homogénea.
Hacemos una bola con la masa, cubrimos el bol y la dejamos reposar durante 15 minutos.
A continuación, estiramos la masa con ayuda de un rodillo, dejando un grosor de 1 cm.
Cortamos tiras de 1 cm de grosor con ayuda de un cuchillo. Ponemos la masa sobre un paño o servilleta y la dejamos secar así durante 30 minutos. A continuación, cortamos las tiras en dados de aproximadamente 1 cm de lado.
Calentamos el aceite para freír 180 ºC aproximadamente. Vamos friendo los daditos de masa en pequeñas tandas hasta que estén dorados.
Retiramos los nuégados de la fritura y los ponemos en un plato con papel de cocina para absorber el exceso de aceite.
Cuando hayamos terminado de freír todos los nuégados, calentamos 170 gramos de miel en un cazo a fuego medio durante 4-5 minutos. Sabremos que nuestro almíbar de miel está listo cuando pongamos unas gotas en agua fría y se formen unas pequeñas bolitas al tacto como puede apreciarse en la siguiente imagen.
Volcamos los nuégados sobre la miel y mezclamos muy bien, hasta que queden todos perfectamente impregnados.
Pasamos los nuégados a un plato y formamos la rosca, para ello, nos vamos mojando las manos en agua fría y le vamos dando forma con cuidado, ya que está muy caliente.
Dejamos enfriar por completo la rosca de nuégados y servimos.
Resumen fácil de preparación
- Mezclamos la harina, el aceite de oliva, la ralladura de limón, los huevos, el azúcar y la sal y amasamos
- Hacemos una bola con la masa y la dejamos reposar 15 minutos
- Estiramos la masa
- Cortamos tiras de 1 cm, las ponemos sobre un paño, las dejamos secar 30 minutos y luego las cortamos en dados de masa que son los nuégados
- Calentamos el aceite y los vamos friendo en tandas hasta que estén dorados
- Los ponemos sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite
- Calentamos la miel
- Mezclamos los nuégados con la miel
- Formamos la rosca con los nuégados
- Los dejamos enfriar y servimos
