El ingrediente clave de estos panecillos de leche, por supuesto, es la leche que aportará una miga suave y esponjosa. Una de las grandes ventajas del pan de leche es que requiere muy poco esfuerzo para su elaboración. La masa es fácil de trabajar y no requiere ningún equipo o técnica especial. Incluso si eres principiante en la elaboración de pan en casa, podrás preparar un delicioso pan de leche en un abrir y cerrar de ojos.
Otra ventaja de preparar pan de leche en casa es que puedes personalizarlo a tu gusto variando y adaptando ingredientes; puedes modificar el tipo de leche, hacerlo más o menos dulce, automatizarlo con hierbas o especias, poner aceite en lugar de la mantequilla o incluso añadir un trozo de chocolate en el interior.
Es perfecto para meriendas infantiles o para los desayunos de niños y mayores. Es tan versátil que te encantará. Sigue nuestra receta básica que a continuación te mostramos paso a paso y personaliza este delicioso pan de leche como más te guste.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 30 minutos
- Tiempo de cocinado: 15 minutos
- Tiempo total: 3 horas y 45 minutos
- Raciones: 10 panecillos
- Categoría: panes
- Tipo de cocina: española
- Calorías por ración (kcal): 260
Ingredientes del pan de leche
- 500 g de harina de trigo panadera
- 250 ml de leche entera
- 8 g de levadura seca de panadería (o 24 g de levadura fresca)
- 20 g de miel
- 2 huevos (1 para la masa y 1 para pincelar los panes)
- 50 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 12 g de sal
Cómo hacer pan de leche
Pesamos los ingredientes y ponemos 500 g de harina panadera en un bol amplio y hacemos un hueco en el medio. Echamos 250 ml de leche entera a temperatura ambiente y encima agregamos 8 g de levadura seca (o 24 g si empleamos levadura fresca prensada). Dejamos reposar la mezcla unos minutos para que se hidrate y active la levadura.
Mónica PregoA continuación, y después de este pequeño reposo, agregamos el resto de los ingredientes: 20 g de miel, 1 huevo, 50 g de mantequilla a temperatura ambiente y 12 g de sal.
Mezclamos los ingredientes con las manos hasta que estén integrados y mezclados. Si en lugar de hacer el amasado a mano, usamos una amasadora o robot de cocina, el trabajo se simplificará. Tendremos que amasar hasta conseguir una masa lisa y elástica. El tiempo puede variar dependiendo del tipo de máquina que tengamos.
En nuestro caso y para un amasado manual, vamos amasando y plegando la masa. Podemos incluso hacer unos reposos, es decir, dejar reposar la masa unos minutos para continuar con el amasado después del reposo. De esta manera, resultará más fácil trabajar la masa.
Después de unos minutos amasando y plegando la masa, veremos cómo va cambiando la masa gracias al desarrollo del gluten que hará que quede más lisa y uniforme. El tiempo de amasado a mano puede variar dependiendo de nuestra destreza y la fuerza de nuestras manos.
Mónica PregoCuando observemos que la masa está lisa y elástica, y se despega de las manos, la ponemos en un recipiente engrasado y la dejamos levar tapada hasta que doble el volumen, más o menos 1 hora y media o 2 horas dependiendo de la temperatura ambiente que tengamos.
Una vez que la masa haya levado, la dividimos en porciones de unos 40 g, más o menos, dependiendo del tamaño que queramos nuestros panes de leche. Boleamos cada porción de masa entre las manos aportándole tensión y las dejamos reposar unos 15 minutos.
Mónica PregoDespués de este reposo, ya tenemos la masa lista para formar los panes de leche: cogemos una bola, la aplanamos y la estiramos un poco. Doblamos los extremos superiores hasta la mitad haciendo un triángulo. Cogemos el extremo superior, lo plegamos hacia la mitad y presionamos. Es importante que la masa comience a formar un cilindro y que tenga tensión. Cerramos el cilindro y ya tenemos el pan de leche formado.
Mónica PregoFormamos todos los panecillos de la misma manera y, conforme estén listos, los colocamos en una bandeja con los pliegues hacia abajo. A continuación, con una cuchilla, les haremos los tres cortes paralelos transversales que caracterizan este pan.
Dejamos levar los panecillos ya formados, tapados durante 1 hora. Pasados 30 minutos, encendemos el horno a 200 °C con calor arriba y abajo para que se vaya calentando mientras termina el levado y pintamos los panecillos con 1 huevo batido.
Mónica PregoUna vez los panes hayan levado, los pincelamos de nuevo con huevo batido y los horneamos durante 15 o 20 minutos a 200 °C, sin ventilador, con calor arriba y abajo. Una vez estén dorados, los sacamos del horno y los dejamos enfriar en una rejilla.
Mónica PregoUna vez fríos, ya tenemos nuestros panecillos de leche listos para un desayuno de fin de semana o una merienda especial. Estos panes se conservan varios días guardados en una bolsa hermética.
Si los queremos conservar durante más tiempo, los podemos congelar. Para descongelarlos, los dejamos a temperatura ambiente. Una vez descongelados, su miga se mantiene sabrosa y tierna. De esta manera, podemos tener siempre un fondo de panes de leche listos para consumir.
Mónica PregoResumen fácil de preparación
- Pesamos los ingredientes, echamos la harina en un bol, la leche y diluimos la levadura en la leche
- Añadimos el resto de los ingredientes
- Mezclamos los ingredientes y amasamos a mano o a máquina
- Trabajamos la masa haciendo plegados y reposos
- Amasamos unos minutos para que la masa desarrolle el gluten
- Cuando esté lisa y elástica, la dejamos levar en un bol engrasado unas 2 horas
- Pasado el levado, dividimos la masa en porciones, las boleamos y las dejamos reposar 15 minutos
- Formamos los panes aplanando la masa, plegándola como si fuera un sobre y doblándola hacia nosotros con tensión para formar un cilindro
- Repetimos con cada porción y colocamos los panes formados en una bandeja con la apertura hacia abajo
- Les hacemos tres cortes en la parte superior, los dejamos levar, encendemos el horno a 200 °C y los pintamos con huevo batido
- Una vez levados, los pincelamos de nuevo con huevo, los horneamos 15 o 20 minutos y los retiramos para una rejilla
- Los consumimos una vez fríos o los conservamos en bolsas herméticas unos días
- Si queremos conservarlos más tiempo, los congelamos