A continuación, os proponemos una receta sencilla de pastel de patata y queso que podréis adaptar y variar a vuestro gusto e incluso hacerlo más contundente si queréis degustarlo como plato único. Podemos hacer diferentes variantes de esta receta, usando diferentes tipos de quesos, o bien, añadiendo otros ingredientes como cebolla, jamón y bacon. Este tipo de recetas son usuales en zonas de montaña, y no faltan en las cartas de restaurantes franceses o suizos en sus diferentes versiones.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 20 minutos
- Tiempo de cocinado: 50 minutos
- Tiempo total: 1 hora y 10 minutos
- Raciones: 4
- Categoría: plato principal
- Tipo de cocina: francesa
- Calorías por ración (kcal): 665
Ingredientes del pastel de patatas y queso para 4 personas
- 75 g de mantequilla
- 800 g de patatas
- 200 g de queso gruyere
- 100 g de comté
- 7 g de sal
- 1 rama de romero fresco
- Mantequilla para el molde
- Nuez moscada al gusto
- 100 ml de nata
Cómo hacer pastel de patatas y queso
Ponemos los 75 g de mantequilla en un cazo y la acercamos al fuego para que se vaya fundiendo. Una vez fundida, veremos que en la superficie se quedan impurezas que retiraremos con una cuchara. Una vez limpia la mantequilla, la retiramos a un recipiente y la reservamos. Aparte preparamos las patatas y el queso; pelamos 800 g de patatas y, con una mandolina, las cortamos en láminas de unos 4 mm. A su vez, rallamos 200 g de queso gruyere y 100 g de queso comté y lo reservamos.
A continuación, echamos las patatas en una olla, las cubrimos con agua fría, le añadimos 7 g de sal (una cucharilla de café), la rama de romero fresco y las acercamos al fuego. Cuando el agua rompa a hervir, las dejamos 5 minutos, las retiramos para un escurridor y las reservamos.
Una vez tenemos todos los ingredientes listos, encendemos el horno a 200 °C para que se vaya calentando mientras montamos nuestro pastel de patata. Usaremos un molde redondo desmontable de 20 cm de diámetro por 10 cm de alto que pincelaremos previamente con mantequilla.
Vamos colocando una primera capa de patatas formando una espiral y asegurándonos de que la base del molde quede perfectamente cubierta.
Espolvoreamos con nuez moscada y ponemos una capa de queso gruyere rallado. Colocamos una segunda capa de patatas, bien colocadas y en sentido contrario al anterior, para que no se desmonte el pastel una vez horneado cuando lo desmoldemos. Presionamos las patatas y añadimos de nuevo un poco de nuez moscada y el queso gruyere rallado. Vamos alternando capas de patata y queso, que en nuestro caso han sido tres capas de patatas.
Una vez colocada la última capa de patatas, echamos la mantequilla clarificada por encima y finalmente los 100 ml de nata.
Terminamos el pastel con una buena capa de queso comté rallado por encima y un poco de nuez moscada rallada.
Horneamos el pastel de patata a 200 °C durante 45 minutos. Pasado el tiempo, comprobamos que está cocido pinchándolo con una brocheta. Es importante que las patatas estén bien hechas. Los tiempos dependerán un poco del tipo de patatas utilizadas y de cada horno, por ello es fundamental verificar que el pastel está hecho en el interior. Lo retiramos del horno y con cuidado para que no se desmonte, lo desmoldamos para servirlo.
Y lo servimos inmediatamente para poder disfrutarlo caliente con el queso fundido y bien cremoso en el interior.
Resumen fácil de preparación
- Clarificamos la mantequilla, pelamos y laminamos las patatas y rallamos el queso
- Hervimos las patatas con el romero y un poco de sal durante 5 minutos y las escurrimos
- Encendemos el horno a 200 ºC y pincelamos con mantequilla un molde de 20 cm de diámetro
- Colocamos una capa de patatas en forma de espiral asegurándonos que la base del molde quede perfectamente cubierto
- Añadimos nuez moscada una capa de queso gruyere rallado y otra de patatas, alternándolas hasta tener tres capas de patatas
- Por encima de la última capa de patatas echamos la mantequilla y la nata
- Terminamos con el queso comté rallado y nuez moscada
- Lo horneamos unos 45 minutos, lo retiramos y lo desmoldamos
- Lo servimos inmediatamente para disfrutarlo caliente, mientras todavía está el queso fundido y cremoso
