¿Cuál es el rebozado perfecto o cómo es el rebozado perfecto? Ciertamente, la perfección es relativa y lo que para unos es perfecto, para otros no lo es tanto. Aunque cuando hablamos de rebozados de pollo o de ternera, estaréis de acuerdo conmigo en que preferimos que el rebozado no se caiga o se desprenda de la carne al cortarla, que no estén aceitosas, que no tengamos una capa de 2 cm de rebozado, pero que estén jugosas por dentro y un poco crujientes por fuera. Y, ¿cómo conseguimos hacer este rebozado perfecto? Con un empanado adecuado, con cariño y buen hacer, y sobre todo, con una fritura adecuada.
Comenzamos por el rebozado. Para rebozar las pechugas, es importante que el plato donde pongamos el pan rallado sea lo suficientemente amplio para que quepan los filetes bien estirados. Este es un paso relevante y os prometo que fue una de las razones por las que me riñeron en una ocasión cuando las estaba haciendo, diciéndome que no mordía, que presionara el filete y sobre todo que no le echara pan rallado encima.
El siguiente punto clave es la fritura. Los filetes empanados o rebozados no se fríen en una gran cantidad de aceite, y por supuesto no en una freidora. Al menos no lo haremos así si queremos conseguir nuestro rebozado perfecto y que no se desprenda del filete al cortarlo. ¿Qué cantidad de aceite necesitamos? La respuesta de la persona que me enseñó a hacer las milanesas, mi madre, fue sencilla; la cantidad de aceite necesaria será la que cubra el fondo de la sartén. Obviamente, mi madre, como seguro que tampoco harán las vuestras, no mide el aceite, pero siempre tienen una referencia, además de la experiencia, que le sirve de ayuda. Yo he usado una sartén de 24 cm de diámetro y he añadido 30 ml de aceite, pero la cantidad de aceite que necesitemos para cubrir el fondo, va a depender del diámetro de nuestra sartén. Y aunque este pueda parecer un detalle poco fundamental o relativo es, si no lo más, de lo más importante.
Después de estas premisas básicas, pero no por ello menos relevantes, a continuación detallo cómo hacer unas pechugas de pollo empanadas sencillas, un plato básico, de pocos ingredientes y con el rebozado perfecto que gustará y sorprenderá a todos.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 10 minutos
- Tiempo de cocinado: 4 minutos
- Tiempo total: 15 minutos
- Raciones: 4
- Categoría: plato principal
- Tipo de cocina: española
- Calorías por ración (kcal): 391
Ingredientes de las pechugas de pollo empanadas para 4 personas
- 4 filetes de pollo cortados finos (600 g)
- 1 cucharadita de sal
- 1 huevo
- 50 g de pan rallado
- 30 ml de aceite de oliva
Cómo hacer pechugas de pollo empanadas
Cuando compremos las pechugas, pediremos que nos hagan filetes finos, sobre todo porque esta carne no debemos de mazarla para afinarla como cuando preparamos las milanesa de carne de cerdo o de ternera. Para hacer las pechugas de pollo rebozadas, comenzamos preparando los ingredientes: ponemos los 4 filetes de pechuga de pollo en una tabla, les añadimos la cucharadita de sal, batimos 1 huevo en un plato y echamos 50 g de pan rallado en otro. Una vez tenemos los ingredientes preparados, rebozamos los filetes. Uno a uno, los pasamos por el huevo por ambos lados y dejamos que escurra bien el huevo antes de pasarlo por el pan rallado. Una vez pasado por huevo, colocamos el filete encima del pan rallado, estirado, que no nos queden las esquinas dobladas y presionamos un poco con la mano, para que se pegue bien el pan.
Damos la vuelta al filete, lo rebozamos por el otro lado de la misma forma y lo dejamos en un plato. Rebozamos los otros 3 filetes de la misma manera y los reservamos.
Colocamos una sartén a calentar con los 30 ml de aceite. Cuando el aceite esté caliente, echamos dos filetes, o los cuatro si usamos una sartén de un tamaño adecuado para que nuestros filetes no estén amontonados unos encima de los otros.
Dejamos que los filetes se cocinen unos dos minutos, verificamos si están dorados y con dos tenedores le damos la vuelta. Los dejamos otros dos minutos por el otro lado. No obstante, los tiempos son relativos, pues dependerán del tipo de sartén que utilicemos y del tipo de fuego en el que cocinemos. Solamente les daremos una vuelta, es importante no estar volteando los filetes más de una vez.
Cuando las pechugas de pollo empanadas estén doradas, y cuidando de que no se quemen ni se seque la carne, las retiramos para un plato. Para hacer las otras dos pechugas, como no quedará apenas aceite, o si vemos que la sartén tiene muchos restos de pan, la limpiamos con un papel, añadimos un poco más de aceite y hacemos las otras dos pechugas de la misma manera.
Cuando están hechas, las servimos y las degustamos bien calentitas, con unas patatas fritas, una ensalada o como en nuestro caso un arroz con brócoli. Escoged la guarnición que más os guste y a disfrutar de nuestras pechugas de pollo rebozadas, con el rebozado perfecto.
Resumen fácil de preparación
- Preparamos los ingredientes para hacer la receta; salamos los filetes, batimos el huevo y echamos el pan rallado en un plato y rebozamos los filetes primero en huevo y luego en pan rallado
- Una vez todos rebozados los reservamos en un plato
- Calentamos el aceite en una sartén, echamos las pechugas rebozadas y las freímos dos minutos
- Les damos la vuelta y las freímos otros dos minutos por el otro lado
- Las retiramos para una fuente y hacemos las otras dos
- Las servimos con el acompañamiento que más nos guste
