Para esta receta, vamos a utilizar unos pimientos verdes de tipo italiano ya que su sabor es de los más clásicos y son muy fáciles de conseguir, aunque podemos seguir esta misma receta con otros pimientos del estilo, como por ejemplo, los pimientos rojos italianos. No aconsejamos, sin embargo, los pimientos clásicos de asar ya que tienen una piel más gruesa y no vamos a obtener la misma textura y sabor.
El tiempo de fritura variará en función del tamaño y la forma de los pimientos. Unos pequeños o rectos se harán antes que los retorcidos como los de las imágenes. En cualquier caso, la clave está en observarlos; estarán listos cuando estén dorados y con la piel arrugada.
Podemos optar por servir nuestros pimientos verdes fritos enteros, como os mostramos en el siguiente paso a paso, o cortados en tiras. En este último caso, les retiraríamos el rabo y las semillas de su interior.
Ahora solo quedará calentar el aceite y freír los pimientos a temperatura baja, para que no se quemen. Los pimientos tienden a salpicar cuando los freímos, por lo que taparemos la sartén, aunque teniendo en cuenta que los queremos fritos, de modo que dejaremos una parte de la sartén sin tapar para que salga el vapor. A medida que se vayan friendo, los iremos removiendo para que se hagan por todos sus lados.
Serviremos los pimientos fritos con sal gruesa y como acompañamiento de otros platos de carne, pescado o unos huevos fritos.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 5 minutos
- Tiempo de cocinado: 15 minutos
- Tiempo total: 20 minutos
- Raciones: 2
- Categoría: guarnición
- Tipo de cocina: española
- Calorías por ración (kcal): 280
Ingredientes de los pimientos fritos
- 8 pimientos verdes (unos 500 g)
- 50 ml de aceite de oliva
- Sal gorda
Cómo hacer pimientos fritos
Lavamos 8 pimientos verdes y los secamos muy bien, para evitar al máximo las salpicaduras.
Calentamos 50 ml de aceite de oliva en una sartén amplia y añadimos los pimientos para freírlos a fuego medio-bajo.
Freímos los pimientos durante unos 15 minutos, girándolos para que queden hechos en su totalidad. Cuando estén dorados y con la piel arrugada, los retiramos a un plato con papel de cocina, para eliminar el exceso de aceite.
Servimos los pimientos en un plato o bandeja, como acompañamiento, y los salamos con sal gruesa al gusto.
Resumen fácil de preparación
- Lavamos y secamos los pimientos
- Los freímos en aceite caliente a fuego medio-bajo
- Los giramos
- Los escurrimos sobre papel de cocina
- Los salamos al gusto y servimos
