En Italia existen dos tipos de pizza, la napolitana y la romana. La pizza napolitana se caracteriza por tener una masa blandita y elástica al amasar, está hecha a mano por lo general. El resultado cuando se cocina es una masa suave y esponjosa en los bordes. La pizza romana es una pizza menos hidratada a la que además se añade aceite de oliva, por lo que es menos elástica y se utiliza el rodillo para estirar. Apenas tiene borde y el tomate y los ingredientes se extienden por toda la masa.
Al hornear la pizza romana el resultado es una pizza de masa crujiente y dorada. Uno de los secretos para que nuestra masa sea perfecta es dejar que fermente de un día para otro. Es decir, si la hacemos por la noche, dejar que leve durante al menos un par de horas y después dejarla reposar tapada en la nevera toda la noche hasta el día siguiente. El resultado será espectacular. Si por el contrario queremos comerla de inmediato podemos hacer nuestra pizza romana después de que la masa repose al menos 1 hora.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 15 minutos
- Tiempo de cocción: 15 minutos
- Tiempo total: 1 hora y 30 minutos
- Raciones: 2
- Categoría: plato principal
- Tipo de cocina: italiana
- Calorías: 189 kcal por cada 100 g
Ingredientes de la pizza romana para 2 personas
Para la masa:
- 500 g de harina de fuerza
- 300 ml de agua
- 4 g de levadura seca de panadería
- 30 ml de aceite de oliva virgen extra
- 5 g de sal
Para hacer la pizza romana:
- 150 ml de salsa de tomate
- 150 g de jamón cocido
- 6 champiñones
- 50 g de aceitunas negras
- 300 g de mozzarella en barra
- Cebolla (opcional)
Cómo hacer la pizza romana
En un bol o robot de cocina ponemos el aceite y el agua templada.
Añadimos la levadura y damos unas vueltas para que todo se mezcle.
Le añadimos la harina y la sal y lo amasamos bien hasta que todos los ingredientes queden bien integrados.
Si hemos amasado con ayuda de un robot pasamos la masa a un bol y amasamos durante 10 minutos. Dejamos que repose otros diez minutos y volvemos a amasar hasta conseguir una masa lisa y suave. Hacemos una bola y dejamos que repose tapada a temperatura ambiente en el bol durante una hora.
Como queremos hacer nuestra pizza romana en el día dejaremos que repose una hora y la dividiremos en porciones para hornear. Precalentamos el horno a 200 ºC con calor arriba y abajo. Cogemos una de las porciones y la alisamos con ayuda de un rodillo. Para conservar la forma redonda siempre estiramos del centro hacia afuera mientras vamos girando la masa. De esa forma la base de nuestra pizza quedará más o menos de forma circular. Ahora llega el momento de poner los ingredientes: champiñones, jamón cocido, aceitunas negras, un poco de cebolla y la base con tomate, orégano y mozzarella.
Lo primero es extender la salsa de tomate cubriendo bien toda la masa. Espolvoreamos un poco de orégano y echamos una pizca de sal. Ponemos la mozzarella en barra rallada o lo hacemos a pellizcos.
El siguiente paso será laminar los champiñones e incorporarlos a la pizza.
Para terminar, añadimos las aceitunas negras picadas y el jamón cocido. Metemos la pizza a hornear durante 10-15 minutos. Controlamos para que no se nos dore en exceso, pero que quede bien crujiente y tostadita.
Sacamos la pizza y la colocamos sobre una tabla. Nos ayudamos de un corta-pizzas para hacer las porciones. Podemos acompañar nuestra pizza de una cerveza bien fresquita o de un vino blanco joven, que acompañan perfectamente este tipo de comida.
Resumen fácil de preparación
- Mezclar el agua templada y el aceite
- Añadir la levadura
- Incorporar la harina, la sal y amasar
- Pasar la masa a un bol, amasar en intervalos de 10 minutos
- Reposar la masa al menos 1 hora
- Cortar la masa en porciones y con cada una elaborar una pizza
- Precalentar el horno a 200 ºC
- Extender la masa y alisar con ayuda de un rodillo desde el centro para darle forma circular mientras le damos vueltas a la masa
- Extender la salsa de tomate, espolvorear orégano y añadir la mozzarella
- Colocar los ingredientes y meter a hornear la pizza durante 10-15 minutos
- Sacar la pizza, cortar en porciones y acompañar de cerveza o un vino blanco joven