El pollo a la parmesana, también conocido como pollo parmesano, es una receta italiana muy fácil de hacer y con un resultado delicioso. Para su elaboración, solo tendremos que elegir un pollo de calidad, unas pechugas bien grandes, una buena salsa de tomate que puede ser casera o comercial, según preferencias, y una mozzarella auténtica. Intentad evitar la mozzarella rallada para esta receta y optad por una buena mozzarella de bola.
Es importante que no dorar el pollo durante mucho tiempo en la sartén, ya que este se terminará de hacer en el horno y será el punto clave para que quede muy tierno y jugoso. No os aconsejamos saltaros el paso de dorarlo, ya que buscamos que el pollo esté crujiente debajo de la capa de salsa y queso derretido.
El pollo a la parmesana se puede acompañar de una ensalada sencilla al gusto, como proponemos en la siguiente sugerencia de presentación, o con unas patatas fritas. El pollo parmesano servido sobre un plato de pasta cocida está también muy rico, aunque en este caso, os aconsejamos aumentar la cantidad de salsa de tomate que serviremos encima de la pasta con el pollo recién horneado encima; este es un plato contundente, aunque la combinación es fantástica.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 10 minutos
- Tiempo de cocinado: 20 minutos
- Tiempo total: 30 minutos
- Raciones: 2
- Categoría: plato principal
- Tipo de cocina: italiana
- Calorías por ración (kcal): 688
Ingredientes del pollo a la parmesana
- 2 pechugas de pollo (500 g)
- Sal
- Pimienta negra molida
- 1 huevo
- 50 g de pan rallado
- 30 g de queso parmesano
- 50 ml de aceite de oliva
- 60 g de salsa de tomate
- 125 g queso mozzarella
- Unas hojitas de orégano o albahaca (opcional)
Cómo hacer pollo a la parmesana
Salpimentamos 2 pechugas de pollo y las rebozamos en 1 huevo batido.
Disponemos 50 g de pan rallado en un plato junto a 30 g de queso parmesano rallado, salpimentamos ligeramente y rebozamos el pollo.
Calentamos 50 ml de aceite de oliva en una sartén y doramos el pollo por ambos lados, lo justo hasta que esté dorado. Precalentamos el horno a 200 °C.
Disponemos el pollo rebozado en una bandeja o recipiente apto para horno y lo cubrimos con 60 g de salsa de tomate.
Cubrimos la salsa de tomate con 125 g de queso mozzarella cortado a rodajas.
Horneamos el pollo a 200°C, con calor arriba y abajo, durante 15 minutos, hasta que el queso esté fundido.
Servimos inmediatamente el pollo a la parmesana, opcionalmente, con unas hojitas de orégano o albahaca.
Resumen fácil de preparación
- Rebozamos el pollo salpimentado en huevo batido
- Lo rebozamos en pan rallado con queso
- Doramos el pollo en la sartén
- Lo cubrimos con salsa de tomate
- Añadimos mozzarella
- Horneamos el pollo a la parmesana a 200 ºC
- Servimos el pollo recién hecho
