Para preparar queso fresco en casa podemos usar leche fresca pasteurizada o leche UHT de brik, con la que también se puede hacer un buen queso y siempre tenemos en nuestras despensas. En este caso, tan solo tenemos que dejar que la leche alcance mayor temperatura que si fuese fresca para que se cuaje.
Para que la leche cuaje, podemos usar vinagre o limón. En nuestro caso, hemos elegido limón. Una vez la leche se cuaje tras haberla sometido a altas temperaturas, se dividirá en una parte de suero y otra de cuajo. Es con este cuajo con lo que haremos el queso. Para eliminar el suero primero ponemos el cuajo en un trapo o gasa y después lo pasamos a un molde especial con agujeros que permite dejar pasar el suero que va soltando el queso durante el enfriado. Si no tenéis un molde de estos, podéis usar otro elemento que haga esta misma función, como un colador, por ejemplo.
Este queso también se puede hacer con leche semidesnatada o desnatada si lo queremos más ligero, con o sin sal. También podemos optar por usar leche de cabra o incluso de búfala, si la pudierais conseguir.
El queso fresco se puede servir tanto para acompañar platos salados como dulces. Os sugerimos comerlo en el desayuno en una tostada con mermelada, como guarnición de ensaladas o de postre con un chorrito de miel.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 10 minutos
- Tiempo de cocinado: 10 minutos
- Tiempo total: 20 minutos (más 4 o 5 horas de reposo en la nevera)
- Raciones: 6
- Categoría: postre
- Tipo de cocina: internacional
- Calorías por ración (kcal): 142
Ingredientes del queso fresco casero
- 2 litros de leche entera
- 10 g de sal
- 75 ml de zumo de limón
Cómo hacer queso fresco casero
Para hacer este queso, vamos a poner en una olla 2 litros de leche entera de brik y vamos a añadir 10 g de sal. Removemos bien y llevamos la olla al fuego.
Mientras se calienta la leche, exprimimos unos 2 limones, hasta conseguir 75 ml de zumo.
Esperamos a que la leche esté caliente y antes de que llegue a hervir, vertemos el zumo de limón, justo cuando empiece a humear. Removemos bien y llevamos a ebullición. Retiramos del fuego y esperamos 10 minutos antes de seguir haciendo el queso.
Transcurridos los 10 minutos, veremos que el cuajo se ha separado del suero.
Usamos una paleta o colador para separar el cuajo del suero.
Preparamos un bol amplio y encima ponemos un colador y una gasa para colar el cuajo. A continuación, iremos poniendo poco a poco el cuajo sobre la gasa hasta que no quede más cuajo en la olla donde habíamos hervido la leche.
Apretamos la gasa para extraer todo el suero posible y quedarnos así solamente con el cuajo para hacer el queso.
El queso así ya se podría comer aunque en los siguientes pasos le vamos a dar su forma típica.
Ponemos el cuajo en el molde apretando con una cuchara para que siga soltando el suero que pueda tener.
Ponemos el molde encima de papel absorbente y cubrimos el queso con más papel absorbente antes de llevarlo a la nevera entre 4 y 5 horas.
Transcurrido el tiempo de reposo en la nevera, desmoldamos el queso para servirlo. El queso fresco puede usarse tanto para platos dulces como salados. Aconsejamos guardarlo en la nevera, en un recipiente de vidrio cerrado para que no se reseque, un máximo de 5 días.
Resumen fácil de preparación
- Ponemos la leche con la sal en una olla al fuego
- Exprimimos el zumo de limón
- Vertemos el zumo en la leche leche cuando esté a punto de hervir
- Observaremos cómo el cuajo se separa del suero de leche
- Separamos el cuajo del suero
- Colamos el suero sobre una malla y un colador en un bol amplio
- Apretamos la gasa para extraer el suero
- El queso ya se podría comer
- Ponemos el cuajo en el molde
- Ponemos papel absorbente debajo y encima del queso, y lo llevamos a la nevera
- Desmoldamos el queso y lo servimos a conveniencia
