Aunque tradicionalmente, la raclette es un plato de montaña y típico del invierno, hoy en día se come raclette en cualquier época del año. La raclette es un plato sencillo y económico, de montaña, perfecto para disfrutar entre un grupo de amigos. La raclette original lleva queso, patatas cocidas con piel y algún embutido, pero podemos aplicar multitud de ideas para hacer raclettes con casi cualquier ingrediente y un poco a gusto del consumidor. Aunque este sigue siendo un plato económico y para disfrutar entre amigos, hay cada vez más restaurantes que ofrecen raclette para dos personas y de todo tipo de precios, desde las más básicas y económicas hasta las más originales y a precios no aptos para todos los bolsillos.
¿Qué es la raclette y qué ingredientes lleva?
Fundamentalmente, las raclettes más típicas y clásicas llevan patata cocida entera y con piel, algún fiambre, encurtidos y el ingrediente principal que es el queso especial para raclette. Se ponen en la mesa todos los ingredientes en recipientes independientes y cada comensal se sirve en su plato lo que le apetece. El queso fundido se echa encima de la patata y se come caliente. No obstante, podemos usar cualquier ingrediente que nos guste o que encontremos, pues tendremos que adaptar nuestra raclette, un poco, a los ingredientes de los que dispongamos y a los localizables en cada zona o país, sobre todo el tipo de embutido.
¿Qué queso se utiliza para la raclette?
Hay muchos tipos de queso de raclette, de diferentes zonas y de diferentes calidades, pero el original es el queso del cantón de Valais, de donde es originario este plato. Estos son quesos redondos y grandes que podemos utilizar enteros, cortados a la mitad o bien en lochas, dependiendo del aparato que tengamos para hacer nuestra raclette.
¿Cómo fundir el queso de la raclette?
Existen dos máquinas o sistemas para hacer la raclette. Por un lado, y lo más tradicional, es usar un aparato donde se coloca la mitad del queso, que se va fundiendo, y una persona va depositando este queso fundido en los platos de los comensales. Este método es ideal cuando hay mucha gente comiendo raclette, con el inconveniente de que se necesita una persona para trabajar y que esté sirviendo el queso al resto.
El otro sistema, más extendido fuera de Suiza y que suele ser el más común en los domicilios por comodidad, consiste en una plancha con cazuelitas individuales en las que cada comensal va colocando su queso para que se funda. Estas máquinas, en la parte superior, tienen una plancha adicional para poder cocinar carnes, embutidos, verduras e incluso frutas, y de esta forma poder hacer raclette con todo tipo de ingredientes.
¿Cuál es la bebida típica para acompañar la raclette?
La bebida con la que se acompaña tradicionalmente este plato es vino blanco o, para las personas que no toman alcohol, té, pero siempre evitando el agua o bebidas frías, para que no se haga una pasta en el estómago al mezclarlo con el queso fundido.
Si eres amante del queso y todavía no conoces este plato típico de las montañas suizas, te animo a que lo pruebes, les encantará a todos, grandes y pequeños. Y si hay alguien al que no le guste el queso, siempre tendrá multitud de opciones entre todos los ingredientes. Lo único que no se puede evitar es el olor fuerte a queso que deja este plato, cuya única solución pasa por preparar la raclette al aire libre.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 15 minutos
- Tiempo de cocinado: 20 minutos
- Tiempo total: 35 minutos
- Raciones: 4
- Categoría: plato principal
- Tipo de cocina: suiza
- Calorías por ración (kcal): 1608
Ingredientes de la raclette para 4 personas
- 16 patatas pequeñas para cocer
- 1 pizca de sal
- 500 g de queso especial para raclette
- 200 g de jamón cocido o bacon
- 200 g de salami
- 150 g de pepinillos encurtidos
- 150 g de cebollas encurtidas
- 150 g de aceitunas negras
- 100 g de maíz dulce
- 300 g de tomates cherry
- 200 g de zanahorias baby
- 150 g de champiñones
Cómo hacer una raclette
Para preparar una raclette, comenzamos colocando la plancha en la mesa y la encendemos para que se vaya calentando poco a poco y que esté lista a la hora de empezar a comer. Lavamos bien las 16 patatas, que coceremos con la piel y aunque hay quien las pela, tradicionalmente se comen con ella. En una olla ponemos las 16 patatas, las cubrimos con agua, añadimos una pizca de sal y las ponemos al fuego. Las dejamos cocer hasta que se pinchen con facilidad, pero cuidando que no se deshagan. Tardarán unos 15 o 20 minutos en cocerse, dependiendo de la variedad de la patata, pero como estas suelen ser patatas no muy grandes, el tiempo no variará mucho.
Mientras las patatas se cuecen, vamos preparando el resto de los ingredientes, que iremos colocando en recipientes y platos individuales para llevar a la mesa. Colocamos los 500 g de queso especial para raclette en un plato y disponemos las lonchas en forma de abanico para que, de esta manera, nos resulten más fáciles de coger y para que no se peguen entre ellas con el calor. Si las lonchas son muy grandes, las cortamos adaptándolas al tamaño de las cazuelitas de nuestra plancha.
En otros platos colocamos los 200 g de jamón cocido o bacon, y los 200 g de salami, siempre disponiendo las lonchas en abanico para facilitar el trabajo a la hora de servirlas. Este es el fiambre que encontré, pero se puede usar cualquier otro que os guste como jamón, lomo, panceta, chorizo, etc.
Aparte, en boles y de manera independiente, vamos poniendo cada uno de los encurtidos: 150 g de pepinillos, 150 g de cebollas encurtidas, 150 g de aceitunas negras y 100 g de maíz dulce.
Lavamos los 300 g de tomates cherry, los cortamos a la mitad y los colocamos en un bol. En otro recipiente colocamos los 200 g de zanahorias baby y los 150 g de champiñones, también en recipientes individuales.
Cuando tengamos todos los ingredientes de la raclette listos, los colocamos en la mesa repartidos alrededor de la plancha. Una vez las patatas estén cocidas las escurrimos, las servimos en una fuente o bol y las llevamos a la mesa.
Ahora y una vez que está todo en la mesa, cada uno se sirve en su plato aquello que más le guste y le apetezca, y escoge su cazuela, que suelen estar diferenciadas por colores. Coloca en ella un trozo de queso y la deja en la plancha en su hueco, para que se vaya fundiendo. Podemos fundir el queso solo o podemos añadirle cualquier otro ingrediente, como bacon, para que se cocinen juntos. Esto es algo totalmente opcional y al gusto de cada uno. Las combinaciones son infinitas.
Cortamos la patata por la mitad y cuando el queso que tenemos en nuestra cazuela esté fundido, lo echamos encima de la patata y lo disfrutamos caliente.
Resumen fácil de preparación
- Colocamos la plancha en la mesa y la encendemos. Cocemos las patatas limpias con piel durante unos 15-20 minutos
- Colocamos el queso en un plato, en forma de abanico
- Colocamos el bacon y el salami en platos independientes
- En recipientes independientes colocamos los encurtidos: pepinillos, cebollas, las aceitunas y el maíz
- Presentamos los vegetales limpios y cortados: los tomates cherry, las zanahorias babi y los champiñones
- Finalmente, y cuando las patatas están cocidas, las servimos calientes, junto con el resto de los ingredientes alrededor de la plancha
- Nos servimos los ingredientes que queramos, colocamos una loncha de queso en una cazuela, sola o acompañada, y la dejamos fundir
- Echamos el queso fundido encima de una patata cortada y disfrutamos con nuestra combinación de ingredientes
