Se dice que la salsa americana debe su nombre a la receta del “bogavante a la armoricana” (o a la americana) creada por el chef francés Pierre Fraisse quien, según se cuenta, una noche se quedó sin producto para cocinar en su restaurante y ante la visita de unos amigos cogió unos bogavantes, los troceó, hizo un sofrito de verduras, rehogó los bogavantes, los flambeó y voilà. En un momento tenía un recetón para sorprender a sus comensales.
La salsa americana acompaña estupendamente cualquier tipo de pescado o marisco. Un bacalao, un rape, unos langostinos, unos mejillones… Es una salsa muy versátil y sabrosa. Para hacer una buena salsa americana, lo más importante es hacer un buen sofrito y tener un producto fresco y de calidad. En este caso, vamos a elaborar una salsa americana potente, concentrada y, en definitiva, llena de sabor.
Información de la receta
- Tiempo de preparación:30 minutos
- Tiempo de cocinado:30 minutos
- Tiempo total:1 hora
- Raciones:10, 500 ml
- Categoría: salsas
- Tipo de cocina: francesa
- Calorías por ración (kcal): 94
Ingredientes de la salsa americana
- 500 g de langostinos frescos o gambas
- 20 ml de aceite de oliva virgen extra
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 150 ml de brandy
- 100 ml de tomate frito casero
- 200 ml de caldo de pescado o marisco
- 1 cucharadita de estragón o perejil
- ½ cucharadita de sal
- 20 g de mantequilla (opcional)
Cómo hacer salsa americana
Para hacer la salsa americana se pelan los 500 g de langostinos. Se reservan las carcasas y cabezas para utilizar más adelante, durante el cocinado de la salsa.
Las colas de los langostinos se reservan para otra preparación.
En una cazuela con 20 ml de aceite de oliva virgen extra, se pone a pochar la cebolla troceada con los dos dientes de ajo, también troceados, a fuego medio-bajo hasta que la cebolla esté transparente.
Se añaden a la cazuela las carcasas de los langostinos y sus cabezas. Se sofríe todo el conjunto para que coja color y se van aplastando las cabezas para que salgan los corales. Cuando esté todo bien rehogado, se sube un poco el fuego y se añade 150 ml de brandy. En este momento, se puede flambear el contenido de la cazuela, con mucho cuidado y apagando la campana extractora para evitar que las llamas suban, lo cual sería muy peligroso. También habría que tener cuidado con las antenas de los langostinos, las cuales se podrían quemar y estropear el sabor de la salsa. Así que, otra opción sería simplemente dejar evaporar el alcohol de la salsa dejando reducir esta, lo cual sería suficiente.
El siguiente paso es añadir los 100 ml de tomate frito casero, los 200 ml de caldo de pescado, la cucharadita de estragón o perejil y ½ cucharadita de sal. Se deja cocinar el conjunto durante unos 20 minutos.
Pasado el tiempo de cocción, se tritura todo y se pasa por un colador fino para que quede una salsa suave, sin cáscaras o impurezas y llena de sabor. Se puede añadir 20 g de mantequilla para darle algo más de textura, mientras se le da unas vueltas y se integra perfectamente con el calor.
Para presentar la salsa, se puede servir en un recipiente o directamente en el plato para acompañar pescados u otros mariscos. En este caso, hemos utilizado la salsa americana para acompañar los langostinos reservados inicialmente.
Resumen fácil de preparación
- Pelar los langostinos y reservar las carcasas, y las cabezas
- Reservar las colas de los langostinos para otras elaboraciones
- Pochar la cebolla y los dientes de ajo en una cazuela
- Añadir las carcasas y las cabezas reservadas, rehogar e incorporar el brandy
- Añadir el tomate frito, cubrir con caldo, añadir el estragón, la sal y cocinar durante 20 minutos
- Triturar y colar la salsa. Opcionalmente, añadir mantequilla
- Servir la salsa como acompañamiento de pescados o mariscos
