Las sardinas son un pescado azul bastante popular y accesible. Cuentan con un buen perfil nutricional y, además, son muy fáciles de cocinar. No obstante, tiene la particularidad de desprender rápidamente un aroma intenso, por lo que hacerlas en casa nos suele dejar el recuerdo de la sardina en el ambiente.
Es quizá por ello que muchas veces las asociemos con la cocina al aire libre, sobre todo, sobre unas buenas brasas. Esta manera de hacer las sardinas la parrilla las deja con la piel ligeramente crujiente y le aportan al pescado un ligero toque ahumado que potencia su sabor. ¡Nos encanta! Si las vas a preparar, compra una cantidad generosa, porque es difícil resistirse a repetir.
El éxito de unas buenas sardinas a la brasa comienza en el mercado. Tienes que buscar las sardinas lo más frescas posible, que tengan los ojos brillantes, la piel bien plateada y su carne esté firme. Su sabor recién pescadas es insuperable.
Aunque las adquieras frescas, por lo general requieren poca preparación, solo hay que secarlas con papel de cocina. No hace falta descamarlas ni eviscerarlas. Eso es, has leído bien. Las vamos a cocinar enteras, con tripa. Las vísceras una vez cocinadas son fáciles de retirar y al llevarlas al fuego con ellas, con la sardina completamente cerrada, evita que pierda todos sus jugos. Pero oye, que si te da reparo, también puede hacer las sardinas limpias, aunque te quedarán algo menos jugosas.
Si quieres darles un toque extra, puedes marinarlas en una mezcla de aceite de oliva, ajo y las hierbas aromáticas que prefieras. Aunque esto es opcional ya que las sardinas a la brasa están de escándalo por sí solas sobre una rebanada de pan.
Para terminar, comentaré un poco sobre otro de los puntos clave: la preparación de las brasas. En el paso a paso te vamos a guiar para conseguir una cama de brasas perfecta sin complicaciones. Eso sí, requiere un poco de espera que no podemos acortar. Si quieres ir más rápido o no tienes acceso a una barbacoa tradicional, puedes usar una parrilla eléctrica o una plancha, con las mismas indicaciones, aunque el resultado no será exactamente el mismo.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 10 minutos
- Tiempo de cocinado: 10 minutos
- Tiempo total: 1 hora y 20 minutos
- Raciones: 4
- Categoría: plato principal
- Tipo de cocina: mediterránea
- Calorías por ración (kcal): 364
Ingredientes de las sardinas a la brasa
- 1 kg de sardinas frescas y enteras de buen tamaño (aproximadamente 5 o 6 por persona)
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
- 1 limón en rodajas (para servir, opcional)
Para marinar (opcional):
- Hierbas aromáticas (tomillo, perejil...)
- Ajo picado
Cómo hacer sardinas a la brasa
Para empezar, necesitamos 1 kg de sardinas lo más frescas posible y de buen tamaño. Salen a unas 5 o 6 por persona. Cómo las vamos a cocinar enteras, únicamente las vamos a secar con papel de cocina y luego las sazonamos con sal por ambos lados. Si quisiéramos marinarlas, sería el momento de añadirles un majado con aceite, ajo y las hierbas aromáticas que queramos; las dejamos reposar un buen rato para que vayan cogiendo sabor.
Mientras las sardinas reposan, nos ocupamos de las brasas. Colocamos la leña o el carbón en la parrilla formando un montículo en el centro para encender el fuego. La cantidad debe ser generosa y más que suficiente para luego poder extenderlo en una capa en la superficie que vamos a usar para cocinar. Para encenderlo, en la medida de lo posible, usaremos un encendedor natural de madera.
Cuando el fuego esté encendido, dejamos que la llama se desarrolle para que consuma bien la leña o el carbón. Este paso puede llevar hasta 1 hora, dependiendo de la cantidad que hayamos puesto.
Una vez que las llamas desaparecen, esperamos a que las brasas se hayan estabilizado. El punto exacto será cuando estén rojas y con una capa ligera de ceniza alrededor. Esto es lo que indica que están en su punto ideal para asar.
Acto seguido, las extendemos con cuidado por la base de la parrilla, creando una cama uniforme para garantizar que el calor se distribuya de manera homogénea.
Ya podemos empezar a cocinar. Lo ideal es utilizar una parrilla que se cierra para poder dar la vuelta a las sardinas de forma rápida y sencilla. Si tenemos que darles la vuelta una a una, corremos el riesgo de romperlas, de que se nos caigan en las brasas o incluso de tardar mucho y que se nos pasen. Colocamos las sardinas sobre la parrilla unas al lado de las otras pero sin que queden demasiado apretadas. Dependiendo del tamaño de nuestra parrilla, deberemos hacerlas en una o varias tandas.
Ahora, untamos las sardinas con un poco de aceite de oliva por ambos lados. Podemos hacerlo simplemente con la aceitera dejando caer un chorrito o pintarlas con un pincel para que quede más uniforme.
Cerramos la parrilla con firmeza para asegurar las sardinas en su lugar y evitar que se muevan al darles la vuelta.
Colocamos la parrilla sobre las brasas, a unos 5 cm de altura, y dejamos que las sardinas se cocinen durante unos 3 o 4 minutos.
Una vez listas, damos la vuelta a las sardinas con cuidado para asarlas por el otro lado. De nuevo, las cocinamos durante otros 3 o 4 minutos, vigilando que no se quemen pero asegurándonos de que queden bien hechas.
Finalmente, retiramos las sardinas de la parrilla; abrimos la parrilla y las vamos retirando con cuidado para no romperlas si se han pegado. Las servimos inmediatamente. Podemos acompañarlas con una rodaja de limón, pero sobre todo nos hará falta un buen pan. ¡A disfrutar!
Resumen de la preparación
- Revisar las sardinas y retirar los restos de escamas que puedan tener y sazonar con sal por ambos lados
- Colocar las brasas en la parrilla y encender el fuego en el medio
- Dejar que la llama queme bien las brasas
- Esperar a que la llama se apague
- Extender las brasas para hacer una cama
- Colocar las sardinas en la parrilla
- Untar con aceite las sardinas por ambos lados
- Cerrar y asegurar la parrilla
- Colocar las sardinas sobre las brasas y asar por 3 o 4 minutos
- Darles la vuelta y asar otros 3 o 4 minutos
- Servir enseguida con una rodaja de limón
