Las sardinas son un pescado azul muy apreciado en la gastronomía mediterránea. Además de ser ricas en grasas saludables, son fáciles de preparar y muy versátiles en la cocina.
Son deliciosas al horno, fritas, a la plancha o como te las traemos hoy aquí, en forma de marinado, que le da a este pescado un toque intenso pero a la vez muy fresco, perfecto para disfrutar en un día caluroso de verano. ¡O en cualquier época del año!
A la hora de servirlas, las puedes degustar sobre pan tostado, tal cual o con unas rodajas de tomate entre medias. Todo ello junto con una buena ensalada de acompañamiento hacen un plato ligero, fresco y muy completo.
Con las cantidades que te damos en esta receta, salen 4 buenas raciones. También las puedes poner a modo de aperitivo, en este caso cuenta que te va a rendir para más, al ser porciones más pequeñas.
Un punto importante a destacar antes de continuar: las sardinas marinadas, al no necesitar cocción, debemos congelarlas al menos 5 días para evitar tener problemas con el anisakis. Después, para lograr un resultado óptimo, es recomendable descongelar lentamente el pescado en la nevera desde el día anterior.
Ahora ya sí, ¡ponte manos a la obra!
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 20 minutos
- Tiempo total: 20 minutos (más los tiempos de reposo y 5 días de congelado)
- Raciones: 4
- Categoría: plato principal
- Tipo de cocina: española
- Calorías por ración (kcal): 454
Ingredientes de las sardinas marinadas para 4 personas
- 1 kg de sardinas
- 400 g de sal gruesa
- 100 g de azúcar (normal o moreno)
- 2 o 3 cucharadas de hierbas provenzales
- 1 o 2 limones
- 250 ml de aceite de oliva virgen extra
- 1 diente de ajo
- Perejil fresco
Cómo hacer sardinas marinadas
En primer lugar, vamos a limpiar y filetear 1 kg de sardinas. Este paso quizá nos lo podamos saltar si en la pescadería ya nos las venden preparadas. Para limpiarlas bien, les retiramos la cabeza, abrimos la barriga y las limpiamos por dentro. Para filetearlas, simplemente tiramos de la espina central e irá saliendo sola. Y, para acabar, las cortamos por la mitad para separar los filetes y descartamos la punta de la cola.
A continuación, sumergimos los filetes de sardina en agua con hielo durante 1 hora, lo que nos ayudará a que queden más firmes y a eliminar cualquier resto de sangre. Este paso es importante para obtener un resultado perfecto y evitar impurezas en el plato.
El siguiente paso es congelar los filetes durante al menos 5 días a -20 ºC para evitar problemas con el anisakis. Para ello, lo mejor es meter los filetes de sardina en una bolsa con cierre hermético. Recuerda que este paso es crucial para garantizar la seguridad alimentaria y evitar cualquier tipo de problema. Una vez que hayan pasado los 5 días, sacamos del congelador y los dejamos en la nevera 1 día más.
A la hora de preparar las sardinas marinadas, en un bol vamos a hacer una mezcla de 400 g de sal gruesa, 100 g de azúcar (normal o moreno), 2 o 3 cucharadas de hierbas provenzales y la ralladura de 1 o 2 limones. Esta mezcla la podemos personalizar con la combinación de hierbas aromáticas que más nos guste.
Después, secamos cuidadosamente los filetes de sardina con papel de cocina o un paño de cocina limpio, procurando que queden lo más secas posible.
Ahora, colocamos una capa de esta mezcla en el fondo de un recipiente y añadimos una capa de sardinas, que queden juntas pero sin amontonarse entre ellas. Cubrimos las sardinas con una capa de sal y continuamos intercalando capas hasta que hayamos terminado con todas las sardinas.
Le colocamos una tapa al recipiente y lo dejamos reposar en la nevera durante 40 minutos para que se curen por efecto de la sal y penetren los sabores de las hierbas y el limón. Es importante no excederse con el tiempo para que no nos queden demasiado saladas.
En cuanto haya pasado el tiempo de reposo, enjuagamos las sardinas con agua para eliminar la sal que se les queda pegada y las secamos bien con papel de cocina o un paño limpio.
Finalmente, echamos 250 ml de aceite de oliva virgen extra en un recipiente y poco a poco vamos sumergiendo las sardinas. Guardamos en la nevera por un par de horas o hasta el día siguiente. El aceite luego lo podemos utilizar para cocinar con él.
Para servir, en un plato colocamos las sardinas, echamos por encima un poco del aceite de la marinada, espolvoreamos 1 diente de ajo (sin el germen) y picado lo más fino posible, un poco de perejil picado y un chorrito de limón para darle un toque fresco. ¡A disfrutar!
Resumen fácil de preparación
- Limpiar las sardinas y cortarlas en filetes
- Dejarlas reposar en agua con hielo durante 1 hora
- Congelar los filetes durante al menos 5 días y descongelar 24 horas en la nevera
- Mezclar la sal con el azúcar, las hierbas provenzales y la ralladura de 1 o 2 limones
- Secar las sardinas
- Intercalar capas de sal y sardinas
- Tapar y dejar reposar en la nevera durante 40 minutos
- Enjuagar y secar las sardinas
- Poner el aceite en otro recipiente, depositar dentro las sardinas y guardar en la nevera
- Servir con un poco del aceite, ajo picado, perejil picado y un chorrito de limón
