Muchas bebidas destiladas con alcohol se utilizan de forma común en el mundo de la cocina y de hecho son parte casi intrínseca de las recetas propias de la cultura popular. El brandy es un tipo de aguardiente de vino de cepas blancas y tintas que siempre ha estado ligado a la cultura gastronómica. A su vez el coñac, un tipo de brandy, también tiene su particular espacio. Ambos productos se convierten en el perfecto aliado para elaborar desde deliciosas tartas a sopas, guisos o salsas.
Todo lo que tienes que hacer es elegir alguna de las propuestas que aquí te ofrecemos: platos de pescado y marisco donde saborear la intensidad del mar, recetas de carnes o aves donde este ingrediente aporta matices característicos, postres para poner la guinda final a tus mejores comidas y cenas…
¿La diferencia? Por un lado la materia prima, en un caso cualquier variedad de uva blanca o tinta y en otro solo blanca. Por otro lado, el origen de la producción, exclusivo de la región francesa de Coñac para la bebida del mismo nombre y en otro posible en todo el mundo. En tercer lugar el método de destilación, doble en alambique Charentais clásico de cobre en el caso de la denominación gala. Por último el periodo de crianza y envejecimiento, de hasta 3 años en el caso del coñac, inferior en el caso del brandy. Brandy es un tipo de bebida, cognac un tipo de brandy. Ahora que lo tienes claro, ¿te animas cocinar con él como ingrediente?