El queso cheddar es una variedad originaria de la localidad inglesa de Cheddar, de donde toma su nombre. Es un queso duro de leche no pasteurizada que solemos encontrar en forma de bloque o cubo, lo que da el aspecto cuadrado de las lonchas que podemos ver habitualmente. Tiene un característico color uniforme amarillo que puede ser modificado mediante el uso de colorantes para obtener un resultado más anaranjado o rojizo.
Su sabor depende de diversos factores, entre ellos el tiempo de maduración o curado al que se suele someter, que varia entre los tres y los doce meses, aunque existen quesos que alargan aún más los tiempos. También se puede encontrar ahumado.
Es inevitable pensar en hamburguesas y sándwiches cuando hablamos de queso cheddar. Suele ser un ingrediente muy común en este tipo de preparaciones rápidas. También es común encontrarlo en forma de salsa con una consistencia de líquido para untar con otros ingredientes. ¿Te apetecen unos nachos, unas patatas o unos macarrones con cheddar? Has llegado al lugar perfecto.