El tomate es el fruto de la tomatera, una planta originaria de Sudamérica perteneciente a la familia de la solanáceas. Fueron los conquistadores españoles, concretamente Hernán Cortes años después del descubrimiento de América, quienes lo trajeron hasta Europa en el siglo XV, donde primero se usó de forma ornamental y después se convirtió en un ingrediente culinario fundamental por su olor, aroma y sabor inconfundibles. En el siglo XX alcanzó prácticamente todos los rincones del mundo, donde ya existen decenas de géneros y especies diferentes.
El origen de la salsa de tomate se atribuye a aquellos pueblos que entraron en contacto por primera vez con los conquistadores europeos, que ya extraían esta pulpa para combinarla con otros ingredientes. Sin embargo, su popularización debería esperar aun hasta finales del siglo XVII, cuando especialmente en Italia se convirtió en un ingrediente indispensable. Hoy lo es en preparaciones populares de infinidad de cocinas.
Aquí podrás consultar una gran variedad de recetas que utilizan salsa de tomate frito, elaborada a partir de tomates que se fríen a fuego lento normalmente junto a aceite de oliva, cebolla, ajo y en ocasiones azúcar para restar acidez, aunque nada te impide experimentar. A partir de la salsa de tomate frito aprenderás a cocinar numerosas preparaciones como sopas, caldos, sofritos, otras salsas... Prepara tus utensilios para alumbrar platillos memorables con esta salsa característica de la gastronomía española.