Hoy vamos a preparar una tarta de queso de forma sencilla, sin tener tan siquiera que montar la nata para la preparación. Vamos a reemplazar el tiempo que usaríamos en montar la nata por calentar los ingredientes del relleno y así permitir que la gelatina se integre bien, ya veréis que el resultado es una tarta muy cremosa y ligera.
La ventaja de las tartas de queso sin horno es que son ideales para hacer en los meses de calor y son también más ligeras que las tartas de queso horneadas al no llevar huevo. En este caso, hemos usado queso crema y nata para montar, que bien podría haberse cambiado por un queso mascarpone y yogur, o una crema ligera. También hemos usado azúcar blanquilla pero, de nuevo, las variaciones en cuanto al endulzante dependen del gusto del que haga la tarta.
Para conseguir la consistencia perfecta en la tarta, hemos usado gelatina en láminas, os dejamos en la lista de ingredientes su equivalente en gelatina en polvo.
Hasta aquí, ya tendríamos una tarta de queso bien golosa, pero para conseguir una tarta de queso de diez, le hemos añadido unas uvas con un baño de almíbar con gelatina para hacer de esta tarta una fiesta.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 30 minutos
- Tiempo de cocinado: 10 minutos
- Tiempo total: 40 minutos (más 4 horas y media de reposo en nevera)
- Raciones: 10
- Categoría: postre
- Tipo de cocina: internacional
- Calorías por ración (kcal): 549
Ingredientes de la tarta de queso con uvas para 10 personas
Para la tarta de queso:
- 200 g de galletas tipo Digestive
- 100 g de mantequilla sin sal
- 6 hojas de gelatina (o 10 g de gelatina en polvo)
- 600 g de queso crema
- 400 ml nata (35% materia grasa)
- 100 g de azúcar
Para la cubierta de almíbar, gelatina y uvas:
- 250 ml de agua
- 50 g de azúcar
- 2 hojas de gelatina (3 g de gelatina en polvo)
- 200 g de uvas
Utensilios necesarios
- Molde desmontable de unos 20 cm de diámetro
Cómo hacer tarta de queso y uvas
En primer lugar picamos 200 g de galletas tipo Digestive en una picadora de vaso. Si no tuviésemos picadora de vaso, podríamos poner las galletas en una bolsa y aplastarlas con la ayuda de un rodillo.
Fundimos 100 g de mantequilla sin sal en el microondas o en un cazo y la vertemos sobre las galletas picadas. Mezclamos bien hasta que quede una mezcla uniforme.
Forramos la base del molde con papel de horno y ponemos sobre esta la mezcla de galletas y mantequilla. Aplastamos ayudándonos con una cuchara hasta conseguir una capa que sea del mismo grosor por todas partes. Llevamos el molde a la nevera mientras preparamos el relleno.
Para el relleno de la tarta comenzamos hidratando en agua fría 6 hojas de gelatina.
Mientras se hidrata la gelatina, vertemos en un cazo 600 g de queso crema, 400 ml de nata (35% materia grasa) y 100 g de azúcar. Calentamos esta mezcla sin que llegue a hervir y retiramos del fuego.
Escurrimos bien las hojas de gelatina y las ponemos en la mezcla de queso y nata ya fuera del fuego. Mezclamos bien hasta que la gelatina quede bien integrada.
Sacamos el molde de la nevera y vertemos sobre la base de galleta la mezcla de queso. Llevamos el molde a la nevera un mínimo de 4 horas o de un día para otro.
Antes de servir la tarta hacemos el baño de almíbar y gelatina. Para ello, vertemos en un cazo 250 ml de agua y 50 g de azúcar. Ponemos también a hidratar 2 hojas de gelatina en agua fría. Dejamos que hierva el almíbar durante 10 minutos hasta que comiencen a salir pequeñas burbujas. Entonces, añadimos las hojas de gelatina bien escurridas. Este almíbar puede hacerse con antelación y guardarse en un tarro hasta el momento de su uso. Bastará con calentarlo antes.
Cortamos a mitades 200 g de uvas.
Sacamos la tarta de la nevera y la desmontamos con mucho cuidado. Lo mejor para que salga bien del molde es pasar un cuchillo por los bordes antes de sacarla de este.
Por último, colocamos las uvas encima de la tarta y las pintamos con el almíbar de gelatina. Como haremos una capa muy fina, tan solo hará falta volver a llevar la tarta a la nevera durante 30 minutos para que la cubierta cuaje sobre las uvas.
Servimos la tarta de queso y uvas cuando el almíbar de gelatina haya cuajado.
Resumen fácil de preparación
- Picamos las galletas
- Fundimos la mantequilla y la mezclamos con las galletas
- Forramos el molde con papel de horno y cubrimos la base con las galletas. Reservamos en la nevera
- Hidratamos la gelatina
- Calentamos el queso, la nata y el azúcar sin que llegue a hervir
- Escurrimos la gelatina y la mezclamos con el relleno de queso
- Vertemos el relleno sobre la base de galleta y lo llevamos a la nevera un mínimo de 4 horas
- Preparamos un almíbar poniendo a hervir el agua con el azúcar durante 10 minutos. Añadimos la gelatina hidratada escurrida
- Cortamos las uvas
- Desmoldamos la tarta
- Colocamos las uvas encima de la tarta y pintamos con el baño de gelatina. Volvemos a llevar la tarta a la nevera durante 30 minutos
- Servimos la tarta con el baño ya cuajado
